Mirador

Esta lluvia casi no es lluvia.

Es más bien aire humedecido que resbala y cae.

Apenas se le escucha. Se diría que es un murmullo del paisaje.

Acaricia la tierra con lenta sabiduría de amante. La tierra toma la caricia y se la guarda, Mañana la volverá hecha hierba, árbol o flor.

Los años me han hecho prudente. ¡Qué desgracia! Si fuera niño saldría a mojarme el cuerpo y el alma con esta lluvia que no aprendió a ser lluvia y es sólo insinuación de lluvia. 

Yo no he aprendido todavía a ser yo, por eso me quedo tras el ventanal, el cuerpo y el alma secos. 

Llueve como si no estuviera lloviendo.

Esta lluvia casi no es lluvia.

Y yo casi no soy yo.

¡Hasta mañana!...