Mirador

Dijo un escritor hablando de otro:

-No sé por qué habla tan mal de mí. Jamás le he hecho un favor.

La ingratitud es hija bastarda de la soberbia, y hermana de la envidia. He recordado unos dolidos versos del mexicano Antonio Plaza: “El amor no se derrama. / La gratitud no aparece. / Sólo una madre nos ama, / y sólo un perro agradece”. Pesimistas son esos verso, y extremados, pues sé de mucha gente agradecida. Pero no en vano dijo Victor Hugo: “Mientras más conozco a los hombres más quiero a mi perro”.

A veces recito una pequeña oración:

-Señor: ayúdame a olvidar los favores que he hecho, y a recordar siempre los que he recibido.

Así digo, y añado:

-Muchas gracias.

¡Hasta mañana!...