Mirador

Este amigo mío con el que tomo la copa -varias- los martes por la noche dice tener la convicción de que las convicciones fallan. 

-La duda es más fructífera que la certidumbre -afirma-. Las certidumbres cierran el camino de la búsqueda. Quien se instala en ellas deja de preguntar, y quien pregunta encuentra más respuestas que quien calla. 

Para no callar le pregunto:

-Lo que dices acerca de la duda ¿no es una certidumbre?

Me responde:

-Lo dudo.

Ante mi silencio propone:

-Bebamos. Quizás en el fondo de la copa encontraremos alguna certidumbre.

Tras una pausa añade:

-O alguna duda, lo cual será mejor.

¡Hasta mañana!...