Está por verse todavía, porque aún no se le ha iniciado el juicio, cual es la responsabilidad penal o administrativa de Genaro García Luna, preso en los EUA por su probable colusión con alguno o algunos de los cárteles de la droga en México, y de comprobársele los cargos, conocer si el presi dente Calderón, tendría responsabilidad en ello, como lo presume indebidamente López.
Hasta ahorita, todo lo que se quiera imputar al expresidente, es mera especulación y manipulación política de quien más le teme: el presidente López. En cualquier caso, Calderón vive aquí, en el país, haciendo su vida normal, con su mismo nivel de vida, en la misma casa, y dando la cara y dispuesto a enfrentar cualquier imputación que se le quiera hacer. Él no se esconde, como sí lo están haciendo Peña y Videgaray respecto de las acusaciones de su ex socio Lozoya, que ya empezó a repartir culpas buscando un pacto con MALO, para quedar exonerado.
Parece más narco-estado el actual, en el que el jefe del estado mexicano opina que a los delincuentes hay que darles abrazos, en lugar de balazos, o bien, sostiene sin rubor político que él fue quien dio la orden de soltar al Chapito, cuando ya el ejército había cumplido arriesgando la vida de algunos de sus elementos, una orden judicial de aprehensión y que muestra sin pena alguna, consideración a la madre del Chapo, (quien purga cadena perpetua en EUA), acudiendo a su automó vil, a saludarla amable y cordialmente. En su sexenio, el presidente Calderón, emprendió con valor la lucha decidida contra los carteles de la droga que, desde muchos años antes del 2006 habían acaparado posiciones de poder en diversos estados y municipios del país y aún en las estructuras federales, incluido el mismo ejército y en las policías federales. Las muertes violentas hoy, ya rebasan ampliamente las del tiempo calderonista en periodos iguales, y al paso que va, terminará con una cuenta aún más dolorosa, con un 20 o 30% más de muertes violentas, más secuestros y más extorsiones.
Este presidente, es el único en todo el mundo, que tiene la desfachatez y el descaro de pedir que, a los delincuentes, si, a esos que trafican con drogas y todos los días producen decenas de muertes violentas en su pugna por envenenar con más y más droga a los jóvenes de éste y otros países, “se les trate con respeto” y que en el caso de que prosigan sus actividades violentas, se les sancione con un “fuchi” o un “guácala”. Ese presidente es el que que pide que, “en caso de persistir” se les amenace con acusarlos con su abuelita. También que se les den abrazos a los más desalmados asesinos, en lugar de aplicarles con rigor la Ley. ¿Ese gobernante es el que dice que el sexenio de Calderón fue un “narcoestado”? Si. Ése.
Ese es el primer mandatario de un país, en el que, con una orden de aprehensión judicial, la fuerza pública, arriesgando la vida de sus elementos, logra atrapar a un peligroso delincuente, el “Chapito”, y confiesa abiertamente su burla de la ley y de su obligación, ordenando soltar, dejar ir, al despiadado delincuente que debe decenas de vidas, y luego, poco después, acude a su fiesta de cumpleaños y ya de salida, se regresa para despedirse respetuosamente de la abuelita, (la del Chapito, la madre del Chapo, no la de él). Ese gobernante que es la burla en el mundo entero, por sus acciones descabelladas y sus dichos absurdos y ridículos, ese, sí, ya lo sabe usted, es el presidente de México, que dice que el Calderón fue un narcoestado.
No cabe ya la menor duda, el presidente MALO tiene una fijación, una especie de obsesión contra el ex presidente Calderón, a quien irresponsablemente, acusa de todos los males de México, al mismo tiempo que, sospechosamente, deja incólume, ni lo roza, al que encabezó el gobierno más corrupto de la historia de éste país. ¡Y vaya que los hemos tenido corruptos y abusivos! El que presidió EPN, el que adquirió la Casa Blanca de Las Lomas de Chapultepec en 7 MILLONES DE DÓLARES, el que auspició o permitió la colosal Estafa Maestra, que le costó al erario nacional más de 7mil millones de pesos. ¿Por qué?
Es muy probable que un buen estudio de la mente de este presidente, demostraría que le tiene un temor desatado al ex presidente Calderón, tal vez porque ya ha tenido los arrestos y la capacidad de derrotarlo en las urnas y que podrá llegar a ser un factor poderoso en la derrota que sufrirá su partido, Morena, en junio del 2021, que le hará perder la mayoría con que todavía hoy controla al congreso federal, si todos los mexicanos cumplimos nuestro deber cívico de acudir masivamente a las urnas.
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