El basural surrealista en que está convertida la política potosina podría pasar en unos meses al dominio de lo anecdótico, si no fuera porque trae en sus entrañas una de las peores amenazas que los potosinos hayamos encarado en decenios: que los próximos seis años, mínimo, seamos gobernados por delincuentes. Ese debería ser el foco de nuestra atención y de nuestras preocupaciones. Quien no lo entienda así, no está entendiendo nada.
En este convulso y errático escenario lo cierto es que maniobras como el doble juego carrerista, la voracidad descarada de los dirigentes panistas, la renuencia de la actual administración estatal para cumplir su deber en materia de procuración de justicia, y cambios de trinchera más hijos del enojo que de la razón, a quien más han beneficiado ha sido el abanderado de la alianza Verde-PT, Ricardo Gallardo Cardona, cuyos expedientes judiciales son para poner a temblar al más templado. Y si se observa con detenimiento a quiénes ha traído de la Ciudad de México y de Tamaulipas para ser sus principales operadores y estrategas, dan ganas de salir corriendo del terruño.
Hace algunas semanas, cuando quedó claro que de alguna manera el gobernador Juan Manuel Carreras había negociado con Morena (creo que sería más acertado decir “con la 4T”) que la candidatura a gobernadora fuera para su secretaria de Salud, la doctora Mónica Liliana Rangel Martínez, la explicación que conseguí entre algunos de los allegados carreristas fue que era “para restarle votos al Pollo”.
Nunca le encontré la cuadratura a ese círculo, pero si repasamos los hechos de esta última semana podemos observar que, al día de hoy, esa intención ha cumplido exactamente el efecto contrario; ha resultado al revés. La imposición de la doctora en Morena ni ha prendido, ni se ve que avance y sí en cambio tuvo el demoledor efecto de lanzar a los brazos de Gallardo Cardona a una estructura que puede convertirse en un factor decisivo para el triunfo en las urnas.
Entre los giros de afiliaciones registrados estos días, quizá el de mayor densidad sea el de Leonel Serrato, quien si bien no ha renunciado a Morena, en estas elecciones participará con otros colores. En el evento del jueves pasado en el que se anunció su incorporación al proyecto gallardista quizá lo más significativo haya sido que lo acompañaron los diputados locales Edson Quintanar, Angélica Mendoza y Alejandra Valdez, cuyo jefe político indiscutido es Gabino Morales, de quien a su vez dependen los Servidores de la Nación que constituyen una poderosa estructura para, llegado el momento, promover el voto y movilizar votantes. Los Defensores de la Patria son antiguos Servidores que renunciaron para acompañar a Leonel en su búsqueda de la candidatura gubernamental.
Servidores y Defensores (un millar) conocen a la perfección los padrones de beneficiarios de los diferentes programas sociales de la 4T, saben sus nombres, sus domicilios, sus edades, el o los apoyos que cada uno recibe y quienes son sus familiares más cercanos, entre otras informaciones. Para hacernos una idea de lo que representa esta fuerza de trabajo, repasemos unos cuantos datos. Esos beneficiarios -con corte a diciembre pasado- son 1 millón 255 mil 963 en nuestro Estado. Descontando los menores de edad y un porcentaje no precisado de quienes aparecen dos o más veces por recibir dos o más apoyos de programas diferentes, los expertos en este tema nos aseguran que serían alrededor de 500 mil los potosinos en edad de votar susceptibles de ser “movilizados” por los jóvenes que sirven y defienden. En esta capital son 177 mil 565 los enlistados, de los cuales la estimación es que unos 70 mil son votantes potenciales.
Mencionaba párrafos arriba la voracidad cada día más descarada de los mandos del panismo potosino -Xavier Azuara, Juan Francisco Aguilar y demás- como otro factor que le está favoreciendo a la causa gallardista. Por principio de cuentas, su afán de monopolizar posiciones, un buen número de las cuales han sido subastadas, debilitó la Coalición por ser causa de defecciones, como la de Sonia Mendoza que siendo de las más ruidosas no es de las más importantes. En todo caso, parece ser mayor el daño en Ciudad Valles con el abandono de David Medina (hermano del director general de la Comisión Estatal del Agua) para irse a vestir de verde. Un rumor que no hemos corroborado y que por tanto debe tomarse con reservas, es que la ruptura de este próspero constructor con la Coalición vía el PAN se dio cuando Azuara y Aguilar le pidieron o le mandaron pedir dos millones de pesos por la candidatura a alcalde.
He comenzado a sospechar que Octavio Pedroza no tiene peores adversarios políticos que Azuara y Aguilar. La ecuación es muy simple: si Octavio pierde, ese par de sinvergüenzas seguirían medrando en la dirigencia albiazul por lo menos hasta el 2024, donde podrían vender otro cargamento de candidaturas de todo tipo. La lógica indica que si Pedroza gana y se convierte en el próximo gobernador, en automático será el jefe nato del panismo potosino y los sacaría a patadas. Lleva días rondándome la cabeza la idea de que el desvanecimiento de OP se lo impusieron los voraces mencionados para que no les interfiera en sus negocios.
En algún momento, hará cosa de un mes, cuando carreristas enojados me insistían en que lo de la muy cuestionada y por lo tanto vulnerable doctora era para frenar al Pollo, me ganó la risa. En concreto les dije que si alguien, desde hacía por lo menos dos años, había tenido la forma, capacidad y poder de contener las ambiciones de los Pollos se llama Juan Manuel Carreras. Todo era cuestión de quitarle el freno de mano a la Fiscalía General del Estado y proceder a judicializar dos o tres de las carpetas de investigación más avanzadas, que hubieran llevado ante los jueces a los más conspicuos adalides del gallardismo, unos con ese apellido y otros no. Es extraño: tienen al zorro atrapado dentro del gallinero y le andan poniendo trampitas ratoneras en los alrededores.
SAN LUIS CONVERTIDO
EN CAJA CHICA
A propósito de la extrañeza que provoca la candidatura por Morena de la doctora Mónica, muy recientemente ha comenzado a circular una teoría que no es del todo descartable. Dice más o menos así: todo este desbarajuste potosino es parte de un plan concebido en los despachos principales de Palacio Nacional para poder cumplir un compromiso con el Partido Verde: que en las elecciones de junio próximo se levanten con una gubernatura (que como en alguna ocasión anterior lo hemos dicho, no la quieren para timbre de orgullo sino para caja chica).
Según este planteamiento, a nuestro gobernador lo invitaron atentamente allá en las más altas alturas a prestar sus servicios a las causas de la 4T, mandando a la doctora para que sirviera de pretexto a efecto de transferir activos morenistas al Verde para que éste reponga la gubernatura que perdió en Chiapas hace tres años. Algo barroca la versión pero así que digamos imposible, pues no.
Todo se vuelve más turbio por el hecho de que en las últimas semanas Juan Manuel Carreras le ha dicho por lo menos dos veces a Octavio Pedroza que no se haga bolas, que el compromiso es con él. Lo mismo exactamente les ha dicho el mandatario a algunos de sus más cercanos. Lo que nadie se ha animado a preguntarle es entonces qué santo desmadre trae con lo de doña Mónica en Morena. Sí es lo narrado líneas arriba respecto de favorecer a la Gallardía, pues entonces Octavio ya se chingó díganle lo que le digan.
En todo esto hay una pieza suelta: por órdenes superiores Morena hará a Xavier Nava su candidato a presidente municipal de la Capital. El domingo, en su registro como precandidato, dejó muy claro que en la medida de sus fuerzas va contra el proyecto pollero. “Impediremos que lleguen (al gobierno) proyectos corruptos”. Aquí sí ya me perdí.
Al final del día, lo único que a lo lejos semeja una pequeña luz de esperanza es esa cierta esquizofrenia que se aprecia en los rumbos de la 4T: mientras Mario Delgado y su gente en la dirigencia nacional de Morena le facilitan las cosas al Pollo Verde, la dupla Gertz Manero y Santiago Nieto mandan mensajes de “ya merito, ya merito”. ¿Será?
(Antes de pasar a los Comprimidos quiero enviar un mensaje personal a mi apreciado amigo Leonel Serrato. Con el inalterado afecto de tantos años, cumplo lo que considero un deber de amistad: No Leonel, no. Los Gallardo no han cambiado, son los mismos de hace tres o seis o doce años. En su entorno lo único que se ha modificado es el tamaño de sus ambiciones. Un abrazo).
COMPRIMIDOS
Sí los desatados mercachifles que se dicen líderes panistas en estas tierras no se apaciguan o no son puestos en orden por alguien, el siguiente boquete al partido se lo va a abrir Marco Gama, mucho más perjudicial que cualquier otro. Si eso ocurre, el peso específico azul en la Coalición se estará haciendo humo y la agrupación misma estará en riesgo de disolución.
Un comentario que adeudo de hace dos semanas: la tarde/noche del martes 2 de este mes, cuando Mario Delgado citó a las cinco “finalistas” para informarles que sus encuestas habían favorecido a la doctora, luego de que una enfurecida Francisca Reséndiz abandonara la reunión, las restantes (Paloma, Lucy y Consuelo) aceptaron mal que bien el resultado. Aquello iba a terminar tranquilamente cuando una de las tres le preguntó a doña Mónica si le respondería una pregunta. Accedió y se le interrogó sí sabía cuales eran los principios de la Cuarta Transformación y de qué manera ella se sentía vinculada con los mismos. Patinó horrible. Comenzó a hablar de que ella era de origen pobre y que de niña usaba el transporte público y que por eso entendía las causas de la 4T. La secretaria general del CEN, Citlalli Hernández, se impacientó y le espetó, palabras más, palabras menos, “tengo rato esperando oír alguna idea o algún proyecto pero solo oigo palabras huecas”.
Cómo pudo, Mario Delgado la sacó del apuro, pero antes de retirarse otra de las finalistas le mostró un legajo diciéndole que ahí estaban los resultados de las auditorías a la Secretaría de Salud, donde se evidenciaban importantes desvíos de recursos públicos, de varios años atrás, que ella, la doctora, nunca había podido aclarar. La señora perdió la compostura, alzó la voz, empezó a hacer pucheros y se fue por el lado de que esa era un complot machista de “los hombres de la Secretaría” que nunca la habían querido por ser mujer. El representante de la Comisión de Encuestas que estaba presente se compadeció, propuso un receso de varios días y se levantó la sesión.
Ahora que me enteré de las lamentables noticias de los fallecimientos de mis viejos y queridos amigos y compañeros Juan Antonio García Cardona y Enrique El Negro Pérez de Santiago, recordé lo que dice Manuel Vicent, que uno realmente comienza a morir cuando empiezan a morir los amigos.
Hasta el próximo jueves.