NO QUIERAN HACER CHAPUZA

Quienes hayan robado dinero en la Dirección de Pensiones del Estado deben ser encarcelados y sufrir el decomiso de sus bienes mal habidos. Sin la menor duda. En simultáneo, algo que debe quedar claro antes de que el aparato de comunicación gallardista quiera hacernos comulgar con ruedas de molino, es que esto no resuelve en nada el adeudo de la actual administración estatal con esa dependencia, mismo que al corte efectuado el 22 de enero pasado ascendía a 3 mil 393 millones 025 mil 664 pesos con 32 centavos.

Por lo que hasta ahora se ve y se escucha, el caso del llamado Fraude del Siglo lo vamos a presenciar como telenovela: por episodios, los más que se pueda, y con giros en la trama para tratar de mantener la atención del respetable. Lo que puede echar a perder la estrategia es que un día sí y otro también al director, productor y guionista le dan ataques de incontinencia verbal y suelta datos que debieran permanecer en reserva para no malograr toda la trama.

Lo que de paso se ha hecho evidente es que la adicción gallardista por la hipérbole es cada vez más contraproducente. Cuando desde el Ejecutivo se comenzó a mencionar el asunto hace un par de meses, se habló de dos mil millones de pesos y al paso de los días se llegó a los tres mil millones, y se impuso el pomposo apelativo de Fraude del Siglo. La primera acción legal relacionada involucra 200 millones, menos del 7 por ciento de la suma mayor, y para atenuar el desplome se habla de que “podría llegar” a 700 millones de pesos. Aún si así fuera, estaríamos en niveles muy bajos respecto de las expectativas levantadas. 

La ironía se invita sola: si con 200 millones ya es el Fraude del Siglo, entonces el saqueo sufrido por las arcas soledenses entre 2013 y 2014, por unos 300 millones a valor actual, sería el Fraude del Milenio; las sinvergüenzadas de la doctora Mónica en Salud, que en su momento se estimaron en más de 500 millones de pesos, vendría a ser el Fraude de la Civilización, unos 8 mil años. Es de suponerse entonces que las pillerías en Segalmex sería aquí algo así como el Fraude del Bing Bang Para Acá. Unos 13 mil millones de años.

Ningún comentario sobre lo que viene ocurriendo con las finanzas de Pensiones estará completo si se omite puntualizar que aproximadamente la mitad de lo que se le adeuda corresponde a las cuotas de jubilación que debe aportar el Gobierno del Estado como patrón, pero que la otra mitad (mil 700 millones de pesos) son las cuotas que pagan los trabajadores, que el propio gobierno les retuvo en su pago de nómina y que tiene años jineteando. Hay que enfatizar el punto: la mitad de lo que debe a Pensiones el gobierno gallardista es dinero ajeno -de los trabajadores- que ha sido desviado de sus fines legítimos y que muy probablemente le esté generando a las finanzas estatales intereses bancarios de millones de pesos mensuales.

A reserva de ver qué nos deparan los siguientes capítulos de la telenovela ésta, por el momento parecería que, si efectivamente se tiene alguna presunción de responsabilidad contra los exgobernadores Juan Manuel Carreras, Fernando Toranzo y Marcelo de los Santos, lo que menos interesa al Ejecutivo gallardista es echarles el guante y pasarlos a la báscula. Lo digo porque no hay día que Ricardo Gallardo Cardona no les avise que existe la posibilidad de ir por ellos. Salvo que sean masoquistas irredentos, lo menos que pueden hacer es salir de viaje a unas largas y lejanas vacaciones. A ninguno se le ve pasando apuros económicos. 

Se queda uno con la impresión de que lo que Gallardo quiere es cumplir el trámite de que su fiscal carnal integre la carpeta de investigación, la consigne y luego que obtengan las órdenes de aprehensión decir pesaroso que no se pueden ejecutar porque “se pelaron”. Pues cómo no, si te cansaste de avisarles. Así, RGC llegaría a una circunstancia ideal. No me tembló la mano -diría- para consignar a semejantes personajes, pero los muy ingratos se fugaron a quién sabe dónde. Gachos.

Gente conocedora me dice que no hay que perder de vista a Arturo H., gerente regional del banco Bansi, uno de los aprehendidos el lunes, pues al parecer es el cerebro de varios entramados delictivos similares al de Pensiones y ha sido consejero financiero de algunos de nuestros empresarios más prósperos. Habrá que estar pendientes.

Entre la polvareda que levantó el Fraude del Siglo en sus primeros capítulos, nos llegó el recordatorio de que los 3 mil 400 millones que el gobierno de Gallardo Cardona adeuda a Pensiones es deuda pública, rubro que ha estado muy disfrazado bajo distintas denominaciones, pero que de no reducirse pronto y en un buen porcentaje, va a explotar como bomba nuclear.

Por lo pronto, una empresa local que desde hace décadas presta servicios importantes al Gobierno del Estado ya se cansó de que a partir de hace casi dos años esta administración dejara de cumplir con sus pagos mensuales. Más adelante estaremos en posibilidad de darles abundantes datos al respecto. Por ahora, solo puedo compartirles que la empresa involucrada es filial de una de las firmas más importantes a nivel mundial en su ramo, y que en ánimo conciliatorio antes de ir a tribunales invitó al gobierno a sentarse en una mesa de conciliación, con un mediador profesional de ser necesario. Al menos hasta hace unos días no había logrado respuesta formal en ningún sentido. El adeudo a diciembre pasado era de 220 millones de pesos, pero crece a razón de unos 20 cada mes.

¿Pero qué tal la Arena Potosí, el próximo Campeonato Charro, la Feria, Metallica, puentes con tirantes inútiles, etc.?

SIGUE DE AMOR LA LLAMA

Luego de una semana de ausencia del escenario local, el dolor de estómago del gobernador Gallardo Cardona reapareció el lunes pasado. Primero, temprano, para mandar un mensaje sibilino en forma de fotografía al lado de su paisana huasteca la secretaria de Seguridad federal, Rosa Icela Rodríguez. La gráfica, difundida por Gerardo Sánchez Zumaya en sus redes sociales, está acompañada del texto “Por la instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador, hoy me recibió en audiencia la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez en su oficina de la Ciudad de México”. 

Lo que ese breve texto quiere decir, me parece, es algo así como “El Presidente me conoce, tanto que se molestó en dar órdenes para que se me atienda a nivel gabinete”. ¿Qué habló con doña Rosa Icela? No lo sé, pero no es difícil de imaginar: fue a poner como chancla a Gallardo. ¿Habrá consecuencias? Antes de las elecciones de junio, ninguna. 

Pero realmente la razón para ocuparnos de Sánchez Zumaya es su involucramiento, al parecer marginal y sin mucha trascendencia, pero involucramiento al fin, en el caso del Fraude del Siglo. Desde la tarde del lunes algunos medios locales, sobre todo electrónicos, revelaron que una empresa vinculada con el pillaje en Pensiones había tenido como accionista al huasteco avecindado en Tabasco. Según esto, fue propietario de un paquete minoritario de acciones, por espacio de dos meses, de la firma Trapeza, que aparece como partícipe en el tinglado para desviar el dinero de las jubilaciones de cuentas bancarias oficiales a cuentas privadas.

Con evidente mucha más mesura en su lenguaje -a Gallardo Cardona no volvió a mencionarlo por su nombre, pero lo bautizó como El Sin Nombre-, lo que en síntesis dice GSZ es que sí compró “la empresa” pero que pronto la devolvió sin hacer ninguna operación, pero que el gobernante potosino a fuerza lo quiere involucrar en asuntos turbios, pero que no lo va a conseguir porque su fortuna es bien habida, y reta a Gallardo a demostrar que la suya también. Insiste en que en San Luis tiene que cuidarse mucho, porque lo que quiere Gallardo es que se arrodille y pida perdón, meterlo a la cárcel o verlo muerto. 

Es hacía el final del video de 3 minutos 20 segundos cuando desliza un señalamiento delicado. Dice que RGC tiene “amistades y compadrazgos” con la delincuencia, “cosa que antes presumías”.

Así las cosas, seguramente vamos a ver una telenovela con subtramas o dos diferentes en paralelo. La del Fraude del Siglo y la del malogrado Romance entre GSZ y RGC.

COMPRIMIDOS

Una maestra de la Facultad de Comercio y Administración ha levantado la mano para avisar que buscará ser la próxima rectora de la UASLP. Por supuesto que si reúne los requisitos correspondientes está en todo su derecho. Lo que llama la atención es que, en sus acercamientos con consejeros para hacerles saber sus propósitos, siempre va acompañada de dos individuos identificados como militantes y activistas del Partido Verde. Su acompañamiento no es decorativo. Cuando algo se le atora a la interesada, ellos meten su cuchara y le dicen qué decir.

Hace tiempo que los potosinos vivimos en una paradoja. Nuestro gobernador es uno de los dos o tres más populares del país, y al mismo tiempo nuestro Palacio de Gobierno es probablemente el más fortificado o resguardado de toda la República. Pero como el mal ejemplo cunde, también vemos sobreprotegidos con vallas metálicas y guardianes el edificio del Congreso, la Secretaría de Finanzas y súmele usted. Interesante es además el hecho de que Gallardo va muy poco a despachar a Palacio. ¿A qué tanto miedo?

Me resulta imposible hablar de popularidad y no reiterar mi adhesión a la frase de un personaje cinematográfico de Alejandro González Iñarritu: la popularidad es la prima puta del prestigio. Ahora, puedo agregar algo que le escuché hace unas pocas semanas a Roy Campos, de Consulta Mitofsky: “Popularidad no son votos”. Lo dice alguien que de esto sabe mucho.

Siguen fuertes los jaloneos al interior de Morena, entre quienes con pragmatismo radical (Hernán Gómez Bruera Dixit) no tienen reparo ni político ni ético para hacer alianza electoral con el Verde y quienes piensan que lo dicho hace tres años por Citlali Hernández a propósito de la negativa para ir aliados con Gallardo sigue siendo válido: “No reúne los estándares éticos de Morena”.

El que comienza a dar ternurita es el pobre gato callejero del gallardismo, Gilberto Hernández Villafuerte. Como prospecto a la candidatura Verde para alcalde de la Capital, en su primera salida al llano dijo, a manera de señas de identidad, listado de sus cualidades y cúmulo de merecimientos, “Soy gallardista”. Nada más. El martes, en otra aparición decidió elevar la vara y lanzarse a estremecer multitudes: “Que se investigue a fondo el Fraude del Siglo”, reclamó vigoroso.

Hasta el próximo jueves.