Numeralia criminal

“Muchísimo es mi número favorito”.

Woody Allen.

Si hay algo que los gobiernos han sabido respecto a la inseguridad en estos últimos 30 años, es a contar y a veces dolosamente. Se han perdido en un laberinto de números, estadísticas, tasas y porcentajes delincuenciales, que a nadie le importan un comino, cuántos delitos, homicidios, feminicidios y desaparecidos acontecen.

La salud criminal de una ciudad se mide por el número de muertes violentas que tiene sobre una tasa de cien mil habitantes, o sea, los homicidios son el termómetro que marca la enfermedad o salud de un territorio, así como las defunciones como causas de muerte.

A pesar, que la actividad criminal es mayormente responsable de muchas más muertes en todo el mundo que un conflicto armado y el terrorismo combinado, aun así, poco importa.

Los encargados de la seguridad y justicia, se han convertido en contadores, contabilizando los homicidios dolosos que ocurren en 24 horas o en un periodo político. 

Me decía un político mañoso alguna vez. -Estimado amigo, aviéntese unas gráficas de vez en cuando sobre la incidencia delictiva, donde se maneje como hemos reducido los delitos en un 50% desde mi llegada. – .

Y claro que se pueden manipular las estadísticas, cucharerarlas, el “conteo” diario de supuestos delitos ayuda a la mecánica de la incidencia irreal de los mismos. 

Están midiendo criminalmente hablando, como si se tratará de peras y manzanas, como medir la inflación, la temperatura ambiental, las boletas electorales, etc. Los homicidios y los delitos no son tan evidentes como parecen ser meramente contados, son la ejecución de todo un proceso fortuito.

Déjenme les cuento. Alguna vez como responsable de la seguridad municipal de una ciudad de 2 millones de habitantes más o menos, al rendir el parte de novedades de 24 horas al superior jerárquico, que eran unas cuatro hojas diariamente y en otras eran seis, sobre todo los fines de semana. -Me decía el mando encabronadamente, oiga pues son muchos delitos, el anterior secretario (un General), me daba solamente media cuartilla con las incidencias diarias-. -Le conteste, que yo tenía otros datos (chiste malo)-. 

Lo que pasaba es que le exponían solamente aquellas en las que participaba “su” policía y generaba un reporte, no así aquellas denuncias al 911, los delitos denunciados en las oficinas del MP, ni tampoco aquellas denuncias recibidas por la policía estatal.  

El hecho de que la policía no se entere de un delito, no indica que no haya existido. Y, sin tomar en cuenta la cifra negra del delito. 

Seguir contando y midiendo “delitos” solamente y lo que les conviene como autoridad, es negar que siempre habrá un saldo, una deuda pasiva criminal que yo le llamo. Es decir, si un día “reportan” solamente 50 delitos y si lo comparan con el día anterior que hubo 100, pues, según ellos han disminuido los delitos un 50%, e igual se puede hacer la comparativa por mes, contra el año pasado e inclusive contra otro periodo gubernamental.

TAPANCO: El saldo, la deuda pasiva criminal no se disminuye, ahí está. Varios Estados y Municipios “funcionan” generando estrategias de seguridad como resultado de un parte de novedades que se leen diariamente entre galletas y café. Pues, así tendrían que generar 365 estrategias al año. Ya que soslayan varios factores incidentes, como la propia policía, la investigación de los delitos, la judicialización de los mismos, población, la dinámica criminal, los desplazamientos humanos, cambios conductuales, zonas suburbanas, rurales, urbanización, asentamientos irregulares, políticos bandidos, instituciones infiltradas, etc. 

Los números simplemente NO deben provocar estrategias contra la inseguridad. 

@franciscosoni