Obras “chafas” cobran vidas

Lo acontecido en la Ciudad de México esta semana en el tramo de la línea 12 del Sistema Colectivo Metro, además de ser una tragedia es una vergüenza, por varias razones, la primera porque lo ocurrido era perfectamente evitable, evidencia fotográfica, reportes, testimonios de vecinos que habían advertido con oportunidad las deficiencias del tramo caído; segundo porque la polémica línea 12 del metro inaugurado por el otrora canciller Ebrard Casaubón, siempre fue cuestionada no sólo por su alto costo sino además por su inviabilidad de emplear tramos elevados y no subterráneos; tercera porque el gobierno de la actual Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum debió garantizar el correcto y eficaz mantenimiento de toda la red; cuarta, un craso error nombrar como responsable de un cargo tan importante para la Ciudad, -como lo es el sistema metro-, a una persona sin experiencia y cuestionada por los propios trabajadores respecto a su capacidad técnica y administrativa. Así, en cualquier Estado Democrático y Constitucional de Derecho, donde verdaderamente exista, como práctica gubernamental una auténtica rendición de cuentas, hoy todos los funcionarios involucrados, incluidos el ex Jefe de Gobierno y la actual estarían presentando su renuncia de manera irrevocable, y no sólo poniéndose a disposición de una “autoridad” que será juez y parte de una “investigación”, la cual estará a cargo de los propios investigados y que desde luego no garantiza ningún tipo de imparcialidad. Otro aspecto gravísimo de la tragedia, es la actitud poco solidaria del Titular del Ejecutivo Federal, el mismo que el sexenio pasado exigía con vehemencia rodaran cabezas de funcionarios ante casos graves como el del “socavón”, hoy, siendo gobierno se olvida de ser congruente y exigir lo mismo que pregonaba siendo oposición, reprobable no ver su presencia inmediata en el lugar de los hechos, lamentable la poca empatía con las víctimas de ese “pueblo bueno” al que tanto apela todas las mañanas. La incapacidad, la ineficiencia, la indiferencia conjugadas, dan como resultado funesto tragedias como la ocurrida en la línea 12, aquí no se trata de liberales contra conservadores, ni de culpar a gobiernos anteriores, porque hoy esos gobiernos y sus rostros son los mismos que ocupan posiciones en una fallida transformación. Ellos, los que acusan todas las mañanas con dedos flamígeros, deben rendir cuentas, deben dar la cara a las familias de los fallecidos, este país espera una investigación de altura, esta es una gran oportunidad para López Obrador pues hoy está a prueba su congruencia, tiene dos opciones muy claras o el encubrimiento o la justicia; ya tuvo una oportunidad histórica frente al caso Salgado Macedonio y optó por apoyarlo hasta el final por encima de los derechos de mujeres violentadas, ahora las víctimas exigirán justicia, por las y los fallecidos y por las personas cuyas vidas cambiarán debido a las lesiones que les dejaran secuelas de por vida, ojalá que desde el Palacio se decida por la justicia y la reparación, como decía el clásico “caiga quien caiga”, incluso, si se fueran dos presidenciables para el 2024. Finalmente, no olvidemos que esta es una gran lección para todos los gobiernos municipales, que tienen a su cargo la infraestructura urbana, no es cosa menor el deterioro de calles, avenidas y puentes (ojo Avenida Universidad); aquí, en San Luis Potosí ya han fallecido personas por obras sin señalética y se han provocado accidentes con saldo de lesionados por alcantarillas abiertas y baches no reparados. Un Ayuntamiento debe privilegiar siempre al habitante como el centro de la política pública, pues la seguridad humana no pasa sólo por temas policiacos, así, estimado lector reflexione bien la decisión a tomar llegado el momento, porque las obras “chafas” y mal hechas cobran vidas. Hasta la próxima.  Excelente inicio de semana.