Si el límite de nuestro lenguaje es el límite de nuestro mundo estamos fregados, porque medio mundo anda queriendo imponer sus límites a la otra mitad y hay quienes aplauden sin analizar con qué intenciones se van construyendo esos lenguajes, esos mundos. La destrucción y la negación de la Historia son preocupantes.
De detalles tan pequeños con la elisión del verbo ‘querer’ (“darles las gracias”, “informarte que...” “pedirle que...”) a los insultos y “olvidos”, nuestro lenguaje ha cambiado y seguirá haciéndolo. Lo importante es no “seguir el juego” de quienes emulan a John Locke: “Si la realidad no coincide con mis palabras, peor para la realidad”.
Sale libre Rosario Robles y el culpable es solo el juez, no el armado del caso; Estados Unidos declara culpable a Genaro García Luna y ahora ni siquiera perteneció al PAN; el logro de un amparo a los trabajadores de Gobierno del Estado para que no les cancelen el IMSS es “cinismo” y que San Luis Potosí aparezca en el ranking de las 50 ciudades más violentas es “falta de metodología”.
Luego de la avalancha de críticas, la compañía que tiene los derechos de los libros de Roald Dahl (Matilda, Charlie y la fábrica de chocolate, James y el melocotón gigante, Las brujas, El gato con sombrero, etc.), encabezada por la familia del escritor, dio marcha atrás y no todas las reediciones (y sus adaptaciones, vendidas, cómo no, a Netflix) serán en lenguaje “políticamente correcto”. Hay quien vio “gordofobia” en la nueva película de Darren Aronofsky y quien llama “inclusión forzada” a cierta selección de reparto o hasta “autoinclusión forzada” a la autoficción, temas que deberíamos platicar y debatir con seriedad y respeto, sin el maniqueismo de las “benditas” redes sociales.
El nuevo episodio de la ministra pirata, Yazmín Esquivel, es el plagio en su tesis de doctorado demostrado ampliamente por el diario El País. Es de extrañar que el plagio no hubiera sido detectado antes por Guillermo Sheridan, pues es sabido que cuando tiene una “persona de interés” en la mira gusta de jalar la hebra a ver hasta dónde da. Por ello, ¡chin!, el gobierno no podrá echarle la culpa a Letras Libres. ¿O sí?
Aunque plagió a 12 autores —incluidos Ignacio Burgoa Orihuela, Jorge Carpizo McGregor y Miguel Carbonell—, la “jurisconsulta” (sic) respondió mediante su abogado que “la posible existencia de omisiones en las citas de autores, o de errores en su redacción, solo tienen ese significado, pero jamás una forma de plagio, porque técnicamente esta figura jurídica implica la publicación de una obra completa a nombre de otro”.
O sea que robar un párrafo o 20 páginas está bien para la señora y sus fans. ¿Pensarán lo mismo de la música, donde se considera robo “cuando se encuentran al menos siete compases continuos, similares a los de otra obra”?
La Universidad Anáhuac ya se lavó las manos, pues su reglamento estipula prescrito el delito a tres años de haberse presentado el examen profesional o de grado. Seguramente ya hubo casos. ¿O habrán cambiado el reglamento recientemente? ¿Cuántas tesis tendrían que anularse (en esa y otras instituciones) de buscar en los archivos?
También han muchos proyectos de ley o planes de gobierno que han salido del ‘control c-control v’.
En la mayoría de las instituciones se considera plagio cuando hay más de 20 por ciento de material tomado de otros autores o autoras, así sea con el debido entrecomillado, citas y bibliografía. En la revisión de trabajos escolares (no finales) me ha tocado toparme con plagios de a tiro por viaje, creen que no es plagio, o nadie les ha dicho que copiar no está permitido. He tratado de que lo entiendan. Lo malo viene cuando se da en tesis de licenciatura y peor cuando es en tesis de posgrado o hasta libros académicos. Me ha tocado que hasta me regañan por señalar un plagio y en una ocasión hasta me quitaron el contrato: matan al mensajero, como quien dice.
Escribir es cosa seria, es cribar, y las palabras son pa labrar.
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Posdata: Sigue disponible para descarga el libro electrónico Amor-es, antología de minificción mexicana (Colección Literatura de las Américas, Chicatana / EOS Villa Argentina, 2023), coordinado por Karla Barajas. La liga está en mi blog.