En vísperas de la Navidad, en la tercera semana de diciembre de 2025 se generaron importantes indicadores económicos para México. Comenzaré con la reducción de la tasa de interés anunciada por el Banco de México, la cual pasó de 7.25% a 7% a partir del 19 de diciembre, lo que representa el nivel más bajo desde abril de 2022. Los factores que motivaron a este recorte de tasa se encuentra la apreciación cambiaria o el fortalecimiento del peso frente al dólar, así como una actividad económica débil en México y el mundo, debido en gran parte a los cambios en las políticas comerciales que se han dado a nivel global. También la economía mexicana está enfrentando presiones generalizadas en los precios, por lo que este recorte de tasas tiene como objetivo alcanzar una inflación del 3% en la segunda mitad del año 2026.
Otro dato económico relevante es la contracción de la economía mexicana. De acuerdo con el Indicador Oportuno de la Actividad Económica elaborado por el INEGI, se estima una caída del 0.2% mensual de la economía en el mes de noviembre de 2025, luego de que en octubre de este año se registró un incremento del 0.5%. Y aunque la producción manufacturera repuntó en los meses de septiembre y octubre en un 0.7%, el acumulado anual se mantiene en terreno negativo. Las causas de esta contracción económica se deben a una menor producción industrial, provocada en buena parte por el sector secundario (industrial y construcción) que ha mostrado caídas más pronunciadas en este mes; la debilidad en el consumo interno y retrocesos en inversión pública y privada.
La política arancelaria en México y la interacción con los socios estratégicos, tiene efectos mixtos sobre la economía y el entorno comercial. La reforma a los aranceles de importación aprobada a inicios de este mes podría también impactar las exportaciones brasileñas en alrededor de 600 millones de dólares, aunque ambos países continúan trabajando para fortalecer la cooperación económica. Recordemos que el aumento de los aranceles de hasta un 50% sobre importaciones de países que no tienen tratado comercial con México (como China, India, Corea del Sur, Tailandia e Indonesia) y que abarca alrededor de 1,400 líneas de productos (autos, acero, textiles, plásticos, calzado), traerá consigo un efecto directo sobre el comercio internacional, la economía y la competitividad.
Ante la cercanía de la revisión del T-MEC, la cual comenzará en enero de 2026, y durante el Primer Encuentro Nacional de Polos de Desarrollo Económicos para el Bienestar organizado por Secretaría de Economía, se percibe un panorama favorable hacia la revisión, y cuyo objetivo es evaluar si el tratado debe renovarse, ajustarse o actualizarse, así como definir las condiciones para continuar con su vigencia. El Gobierno mexicano ha señalado que esta revisión es inevitable pero positiva, y le apostará a factores estructurales y estratégicos que hacen indispensable a México para fortalecer la economía estadounidense.
El panorama económico en México al cierre de este año, refuerza la decisión del Banco de México de mantener tasas de interés reducidas (política monetaria expansiva) para estimular la actividad económica. La verdadera palanca de la relación comercial mexicana continúa siendo la integración regional vía el T-MEC, la confianza de los inversionistas y la estabilidad en las reglas del juego. Sin avances en estos frentes, la política monetaria por sí sola difícilmente revertirá el bajo crecimiento.
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