Nacido en la austeridad de la posguerra, Penfolds Grange se ha convertido en el vino más emblemático de Australia. Su historia comienza en 1951, cuando el enólogo Max Schubert, inspirado por los vinos del Valle del Ródano y Burdeos, decidió crear un tinto australiano capaz de envejecer durante décadas. Desobedeciendo órdenes internas tras una primera recepción negativa, Schubert continuó su producción en secreto hasta que las catas retrospectivas demostraron su visión. En 1960, Grange fue oficialmente rehabilitado. Desde entonces, ha representado la cima del vino australiano.
La vitivinicultura australiana se remonta a principios del siglo XIX, cuando los colonos británicos introdujeron cepas europeas. La syrah —conocida en Australia como shiraz, denominación adoptada localmente sin relación histórica con la ciudad persa homónima— llegó en 1832, traída por James Busby, considerado el “padre de la viticultura australiana”. Adaptada al clima cálido y suelos diversos del sur del país, desarrolló un estilo más opulento y especiado que su contraparte francesa.
Grange es un ensamblaje dominado por shiraz, a menudo complementado con cabernet sauvignon, procedente de viñedos seleccionados en distintas regiones de Australia meridional. Esta diversidad geográfica le otorga complejidad y consistencia en las cosechas. Se fermenta en pequeños tanques abiertos y se cría durante 18 a 20 meses en barricas nuevas de roble americano, una técnica que acentúa su carácter potente, a la vez elegante y estructurado.
Con el tiempo, Grange ha recibido múltiples distinciones, incluyendo una calificación perfecta de 100 puntos por parte de Robert Parker para varias añadas. En 2001, fue declarado icono nacional por el gobierno australiano. Su capacidad de guarda —algunas botellas pueden llegar a los 40 años en plena forma— lo sitúa entre los grandes vinos del mundo.
Tras el retiro de Schubert en 1975, enólogos como Don Ditter y John Duval continuaron su legado con rigurosidad técnica y fidelidad estilística. Hoy, Peter Gago dirige el proyecto, manteniendo la filosofía original mientras ajusta detalles con precisión contemporánea. Penfolds Grange es tanto una obra de arte como un producto de excelencia enológica. Representa el triunfo de la innovación frente al escepticismo, y el compromiso inquebrantable con la calidad. Cada añada es un testimonio vivo del legado de Schubert y de una tradición que ha elevado al vino australiano a la élite internacional.
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