En el cuerpo de la columna de la semana pasada a la que titulé Aberrantes problemas de salud, hice algunos señalamientos referentes a la situación que atraviesan los Servicios de Salud del estado, los cuales generaron algunas observaciones y comentarios por parte del titular de esa dependencia, el doctor Miguel Lutzow Steiner.
Fue la mediación de un estimado amigo la que posibilitó la reunión con el secretario de Salud y el intercambio de puntos de vista en este sentido, los cuales lejos de confrontar, considero que contribuyen a enriquecer los puntos de vista en torno al caso.
Dado que las circunstancias, la ética y la cortesía me obligan a aclarar ciertos puntos de vista técnicos que no fueron considerados en mi referido texto, traslado íntegros los comentarios que me fueron planteados por el secretario de Salud, siempre estableciendo como premisa “la salud de los potosinos y el dinero público que debe de usarse con ése solo propósito”.
A esto agregó:
“Nuestro Hospital Central durante décadas siempre ha sido el mayor estandarte de atención de la salud de los potosinos, escuela-hospital formadora de los mejores médicos de México; sin embargo, al ser un hospital con esquema de cuotas de recuperación y en el que se realizan atenciones de segundo y tercer nivel, muchas veces imposibles de pagar para la población de escasos recursos, fue deteriorando completamente el ingreso-egreso. Siempre ha dependido de un presupuesto Federal y Estatal por este motivo.
La actual administración Federal lo que hizo a través del INSABI fue tomar las riendas, toda vez que la anterior administración inyectó un recurso sin precedentes para renovarlo. El INSABI lo hizo parte de la Red de Hospitales de la Secretaría de Salud Federal, en ese proceso estamos cuando también llegó la Pandemia.
Lo que usted refiere a la cancelación de recursos por 840.8 millones de pesos es cierta, pero falta explicar la otra parte.
El INSABI pidió cancelar el proyecto de Certificado de Necesidades; sin embargo, el día que se canceló, (porque además administrativamente ya no era válido), se ofreció una ampliación por alrededor de 200 mdp con la finalidad de comprar todo el mobiliario y equipamiento acorde la actualización del estudio de mercado concluido en el mes de abril de 2021. Es decir, el proyecto de Necesidades es más completo y acorde al nuevo hospital.
En alcance a ello, debo decirle que este recurso no lo operará el estado, aunque aparezca para nuestra entidad lo opera el INSABI (nosotros pedimos necesidades, pero ellos hacen el estudio justificatorio, las actualizaciones y la compra).
Dicho esto, puedo decirle que ganamos mucho más con la segunda propuesta y definitiva, para bien del Hospital y de los usuarios del mismo.
Por otro lado, respecto al tema del Maestro Fernando Chacón, le comento que fue contratado como líder de equipo de una consultoría establecida entre los Servicios de Salud y la empresa SUMIMEX, el cual ha participado en el diagnóstico situacional, elaboración de procesos, capacitación y regularización administrativa identificada en la institución, de la cual se ha llevado un profundo esquema de mejora, ya que la situación previa era muy desordenada.
De su esposa, es un tema con el que no debo entrar en detalles por ser estrictamente el ámbito personal. Lo que puedo decirle es que los servicios que recibe la institución del trabajo del Maestro Fernando Chacón y un equipo de profesionales, están plenamente justificados de acuerdo a cumplimiento de objetivos a corto plazo, metas a mediano plazo y resultados para entrega-recepción de la administración a mi cargo.
Yo, soy un servidor público comprometido con los Servicios de Salud, el personal de salud y la población de San Luis Potosí, y desde que asumí el cargo he trabajado con un equipo de profesionales para cumplir las metas que me señaló el Gobernador del Estado:
1. Hospital Central y su transición al INSABI.
2. Manejo de la epidemia y vacunación COVID-19.
3. Continuidad de la atención médica y los programas
de Salud Pública.
4. Entrega ordenada y transparente.”
Hasta aquí los comentarios del doctor Miguel Lutzow.
Concluyo señalando que a partir de la confrontación de fuentes y puntos de vista sobre los recursos destinados para el Hospital Central Doctor Ignacio Morones Prieto, efectivamente abordé el tema de una forma imparcial y sólo con una vertiente de la información, que aclaro, al menos de parte mía no fue vertida a esta columna de una forma malintencionada ni buscando lesionar imágenes o prestigios profesionales, por lo que de haberse entendido así, ofrezco una sincera disculpa. Ya el lector será quien en última instancia se ocupe de emitir algún juicio.
Agradezco, mientras tanto, el oportuno y conciliador vínculo que estableció el amigo mutuo, y la apertura (y generosidad en tiempo) del secretario de Salud para señalar los faltantes dentro de mi texto.
Gracias por la lectura. No bajen la guardia, reforcemos precauciones frente al coronavirus.