Dura lex sed lex, decían los romanos. “La ley es dura, pero es la ley”. O era, o lo es según quién la aplique y quién la reciba. Quizá López Velarde habló de lo “suave” por la ductibilidad que se iba a dar en las leyes patrias.
Hay tantos cambios en los procederes gubernamentales que si se trataran de aplicar en piedra como el Código de Hammurabi tendríamos un Everest o una casa con huecos por faltarle ladrillos. Con la poca independencia entre poderes, el desconocimiento de las reglas del juego o su cambio a contentillo pareciera que existe (y se multiplica como uno de los
Gremlins) el protagonista de La ley de Herodes, arrancando las páginas de la Constitución que no le convenían.
Si ya había mucha diferencia entre las decisiones de la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación, la “electa”, la “del pueblo” con las de su antecesora, ahora se están dando desencuentros entre la misma. Los tironeos son entre el beneficio para una mayoría social y los intereses particulares, lo político y lo ético. A esto se suman las interpretaciones que de la ley hacen otros actores políticos y no políticos, y los juicios en redes.
Al atraer un caso fiscal que ya había sido rechazado, los ministros Lenia Batres, Sara Irene Herrerías, Loretta Ortiz, Hugo Aguilar e Irving Espinoza han puesto sobre la mesa que cualquier juicio en México pueda reabrirse, incluso si ya cuenta con una sentencia definitiva. “Cosa juzgada”, en la jerga profesional. “Caso cerrado”, según la doctora Polo.
“Yo no estoy de acuerdo con eso, lo que ya fue juzgado ya fue juzgado, tiene muchos temas pendientes la Corte”, opinó un día después la presidenta de la república. También criticó la propuesta de la autodenominada ministra del pueblo para que el las pensiones por muerte laboral sean reducidas al ser calculadas en UMAS (Unidad de Medida y actualización): “La Corte no legisla”.
“Hágase la ley de Dios... en los bueyes de mi compadre”, dice el dicho. Las leyes suelen tener exposición de motivos y artículos transitorios. El porqué y el cómo. La salida de Alejandro Gertz Manero, primer fiscal general de México luego del cambio de procurador también ha dado mucho de qué hablar, pues su “carta” no cumplió con la “causa grave” de la que habla la ley. Si fue despido, renuncia, permiso o retiro, “nadie sabe, nadie supo”. Luego de ocupar cargos de seguridad desde el sexenio de Luis Echeverría y casi siete años como fiscal, Gertz se va de embajador por invitación de la presidenta Scheinbaum.
Recién se dio a conocer que el dueño del 50 % del certamen Miss Universo, Raúl Rocha Cantú, pidió convertirse en “testigo colaborador” de la FGR, tras la orden de aprehensión en su contra por “delincuencia organizada, tráfico de tráfico de armas y tráfico de hidrocarburos”. Este y otros casos ya no le tocarán a Gertz Manero, quien por cierto sigue siendo miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Lo que un día antes era una carta del Senado se convirtió en una invitación. Se ha dicho estos días que Gertz filtró expedientes a los medios, o al contrario, no resolvió nada. Lo cierto es que tuvo varias crisis de salud e institucionales, y su presencia pública era la mínima necesaria. A su salida se abrió una convocatoria para ocupar el cargo, cuyo resultado no parece será muy sorprendente que digamos.
En Tamaulipas, la jueza Mónica “N” le impuso una multa de casi un millón y medio de pesos a una abogada litigante sólo porque esta le dijo que no estaba siguiendo el protocolo establecido y pidió que se declarara incompetente por presunta falta de técnica procesal. Tras hacerse viral el caso de abuso, la jueza fue cesada por el Órgano de Administración Judicial del Supremo Tribunal de Justicia de Tamaulipas (STJT)
Si para la Corte anterior el derecho a la gratuidad en la educación superior “es gradual y progresivo”, por lo cual negó un amparo, para la actual es “un genuino derecho fundamental”. Esto al confirmar la sentencia de un juzgado de Distrito mediante el cual se concedió un amparo a una estudiante de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) para no pagar la inscripción a la maestría en Metalurgia e Ingeniería de los Materiales.
Me voy con estos versos de Ana Blandiana, poeta rumana (quizá por ello algo vampírica) que con sus murmullos enriqueció esta semana el Festival Letras en San Luis:
La sombra
Quien avanza
sin volver la cabeza atrás
se abandona a sí mismo;
quien corre lo hace porque tiene miedo
de ser alcanzado
por sí mismo;
quien no admite su meta
teme
no encontrarse a sí mismo allí,
como si la sombra
no fuera esa charca de oscuridad
que corre por nuestras venas abiertas
por el deseo de avanzar...
Nos leemos pronto.
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