Hoy el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (Ceepac) le entregará la constancia de mayoría como gobernador electo de San Luis Potosí a Ricardo Gallardo Carmona, candidato de la coalición «Juntos haremos historia», integrada por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido del Trabajo (PT).
Es poco el espacio y son muchas las reflexiones, pero queden aquí apuntadas algunas ideas. Mucha información de aciertos, errores, acuerdos y doble (o triple) juego de los participantes en «la elección más grande de México» apenas se irán conociendo a partir de que entren en funciones los nuevos y los que no quedaron deban dar explicaciones.
Lo que de entrada no se vale es simplificar, atribuyendo estos cambios en la arena política solo al «conservadurismo», a «la ignorancia», a «la guerra sucia» o al «es que lucraron con la pobreza» sin tomar en cuenta todos los demás factores, como la cercanía con las comunidades, el tipo de diálogo o los errores que haya cometido el partido en comunicación y en su labor pública.
Bien harían ganadores y perdedores en analizar desde una autocrítica honesta hasta el nombre de sus partidos: verde, institucional, revolución, y su trabajo de campo, la formación de bases… hay conceptos y formas de trabajo que demandan una reconfiguración urgente tras esta elección, en la que el partido oficial tuvo avances y logró conservar una apretada mayoría en el Poder Legislativo, pero también derrotas significativas (¿ganar perdiendo?).
Ganaron Samuel García y Mariana Rodríguez en Nuevo León, Margarita Zavala ganó su diputación con una altísima mayoría, la hija de Salgado Macedonio en Guerrero; perdieron figuras emblemáticas de Morena como Padierna, Gómez o Attolini. Aquí, por fin dejará de ser diputado el priista Óscar Bautista, la empresaria Marvelly Costanzo llevó a Movimiento Ciudadano a un honroso cuarto lugar y hasta al llamado Tecmol algo habría que aprenderle por los no pocos votos que obtuvo.
Mientras el Instituto Nacional Electoral (INE) anuncia que el PVEM puede perder el registro por violar la veda electoral mediante el pago a influencers, San Luis Potosí será el único estado pintado de verde en la geografía nacional que tantos mapas (de lo estadístico a lo discriminatorio) produjo esta semana. El PVEM ganó la gubernatura por 58 mil votos y se queda con mayoría también en el Congreso local, donde el partido del presidente fue practicamente borrado (lo cual también debe agradecerse al deplorable papel de diputados como el Mijis o Edson).
Pareciera que San Luis sigue siendo laboratorio político del país. Sus principales actores políticos jugaron dos o tres cartas y ocultaron otras.
Fui tres veces consejero distrital electoral del Ceepac y consejero electoral suplente en la junta local del IFE (hoy INE) y es un labor satisfactoria pero muy presionada. Se ponen buenas las discusiones. La gran mayoría de los ciudadanos que aceptan estar en las casillas y contar votos lo hacen a veces con carencias de capacitación pero casi siempre con la mejor intención. No se vale poner en duda a todos por unos cuantos que pudieran seguir, digamos, «otra agenda».
Las veces que me tocó hacer o atestiguar el recuento de votos no hubo cambio ni se revirtió algún resultado. Al contrario, en todas las ocasiones el presunto ganador pudo sumar algunos sufragios que se habían ido al sobre de nulos. En 2021 no fue la excepción.
Octavio Pedroza, el candidato de la coalición, aceptó ayer con «peros» su segundo lugar. Hasta el último momento mantuvo el discurso que emitió esta semana poselectoral, iniciado con el rechazo de los resultados del conteo rápido y la denuncia de inconsistencia en las actas, con lo que se recontó 74 % de los paquetes electorales y se hizo mayor la diferencia. Para él los resultados «no necesariamente reflejan la voluntad del pueblo potosino».
El municipio de San Luis Potosí, capital del estado, se lo llevó sin problemas Enrique Galindo Ceballos, de la coalición «Sí por San Luis” (PAN, PRI, PRD y el local Conciencia Popular, CP. En una entrevista reciente, Galindo dijo que la guerra sucia en su contra durante la campaña no vino del Pollo o del PVEM, «sino de otros adversarios».
Hasta ayer, sábado 12, el aspirante morenista y antes panista Xavier Nava, quien buscaba la relección, seguía desaparecido. Su administración no cumplió con las expectativas y no se acercó a sectores que creían que habría un cambio sustancial respecto a la administración anterior, la de Ricardo Gallardo Juárez, padre del hoy virtual gobernador electo.
Este miércoles se entregan los premios estatales de periodismo, en los cuales esta columna obtuvo un segundo lugar. Mucho hay que escribir y reflexionar sobre el periodismo (y sus actores, condiciones, salarios y derivados), del cual Gabriel García Marquez dijo es «el mejor oficio del mundo».
https://alexandroroque.blogspot.com
Correo: debajodelagua@gmail.com
Posdata: Será una semana de mucha y satisfactoria actividad. Hoy domingo estaré en la Cafebrería Itaca de Cerritos, invitado por Julio Delgadillo de TEDxTangamanga, con la anfitrionía de los estimados colegas Lorena Rojas y Adán Medellín, en compañía de Luz Galván, David Octavio, y otros amigos y colegas. El miércoles 16 se presenta mi novela La bruja guachichil, palabras para otra magia (Secult / Colsan, 2021) en el Centro Cultural Julián Carrillo, con cupo limitado y transmisión en vivo. Agradezco a todos los colegas y medios que me han apoyado en la difusión.