Rincón Gallardo

Habitualmente nos referimos a conflictos ecológicos, activistas ambientales y organizaciones de la sociedad civil que diariamente protegen el medio ambiente y la naturaleza. Pero ahora tengo la obligación civil de comentar acerca de un mexicano virtuoso.

Siempre seguí la lucha histórica de un gran patriota, don Gilberto Rincón Gallardo, que gracias a su entusiasmo (a pesar de sus limitaciones físicas), sus principios, ideales, demostró ser un verdadero personaje de la izquierda. Honradamente no comulgaba con algunas de sus ideas pero invariablemente reconocí la congruencia en su actuar y sus pensamientos, puramente era coherencia total. Particularmente destacaba su lucha a favor de las personas con discapacidad.

Puedo equivocarme, pero en mi opinión fueron tres los grandes pilares que dejó en este país Rincón Gallardo: El primero, el ejemplo y su concordancia con la autentica izquierda mexicana (no como algunos falsos rojillos que viven con bolsillo de derecha); el segundo, la defensa, sensibilización, socialización y colocación como punto central, de todas aquellas personas que sufren en México alguno tipo de discriminación y de las personas discapacitadas; y el tercero, su participación fundamental para la elaboración y redacción de la Convención sobre los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad y su Protocolo que adoptó Naciones Unidas. 

En el evento conmemorativo de la entrada en vigencia de 12 de mayo de 2008, celebrado en Nueva York, Don Gilberto Rincón Gallardo dijo: “… Estamos hoy aquí para celebrar el cumplimiento de la primera fase de un sueño. Un sueño que se inició el 2 de septiembre de 2001, en Durban, Sudáfrica, durante la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las formas conexas de intolerancia, cuando durante su intervención México propuso: Frente al hecho de que las personas con discapacidad constituyen uno de los pocos grupos vulnerables sin un instrumento internacional vinculante dentro de Naciones Unidas, México propone que esta Conferencia recomiende a la Asamblea General considerar la elaboración de una Convención Internacional para proteger los derechos de este importante sector de la población mundial...”; este genio acuñó ahí la frase distintiva de las personas con discapacidad: Nada de nosotros sin nosotros.

Todo su esfuerzo se vio cristalizado al instituirse un organismo autónomo por el que tanto luchó, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), que entre muchas funciones, está la de llevar a cabo acciones conducentes para prevenir y eliminar todo tipo de discriminación, y con su gestión logró que existiera todo un cuerpo normativo para ello, en la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación. 

En su momento, Don Gilberto abogó para que la CONAPRED no fuera un área o dirección de alguna secretaría de estado, sino que para ser autónoma y servir efectivamente de contrapeso del Poder Ejecutivo (como toda democracia moderna), se estableciera como un consejo independiente, con la finalidad de denunciar libremente cualquier tipo de discriminación sin someterse a los caprichos gubernamentales. 

En estos días alguien dijo que no sabía qué era la CONAPRED, que desconocía su existencia y cuestionaba para qué servía; impertinente, fue una reacción nacida del rencor. Es un gran desafío vivir en los tiempos actuales, ya que pareciera gubernamentalmente sistemático derruir lo poco construido en lugar de edificar eliminando solo lo inservible.

La magnificencia de Gilberto Rincón Gallardo fue reconocida desde hace años por la Cámara de Diputados al otorgar anualmente la Medalla de Honor que lleva su nombre para gratificar el trabajo de personas u organizaciones que promueven activamente la inclusión de las personas con discapacidad en la política, el desarrollo, la erradicación de la pobreza y del ciclo pobreza/discapacidad, y el respeto a los derechos humanos.

Duele que la ignorancia, la soberbia y el dogmatismo, pretendan borrar este legado.

Delírium trémens.- Urge que Mónica Maccise imparta a nuestros políticos y funcionarios unas clases de dignidad, decoro y decencia. 

@luisglozano