Este escribano suele usar el ejemplo de un vivales que se quiso pasar de vivo al participar en una carrera de autos y, antes de iniciar, le abre un poco más a un tubito en el motor de su bólido, para aumentar así la velocidad máxima… pero termina yéndose derecho en una de las curvas del circuito. En realidad, es de tontos eso de pasarse de listos y burlarse de todos, lo cual a la larga no funciona, aunque inicialmente puedan lograr algo.
Destaca el caso de un individuo que toda su vida ha tratado de pasarse de vivo y llegó a presidente… De estudiante sin entrar a clases; de candidato perdedor que siempre decía que había ganado; de líder corrupto que simulaba combatir la corrupción para erradicarla; de cínico que ocultó su ambición de poder tras un disfraz de preocupación por los pobres; de adicto a prometer y aparentar en vez de obtener resultados… A corto plazo ha alcanzado evidentes impactos, pero a la larga el juicio histórico encuera a estos vivales.
En su gestión sexenal, miren, el famoso AMLO se empeñó en pasarse de vivo en temas cruciales como los siguientes:
- Con lo social: Discurrió que le resultaba más ventajoso usar a los pobres, que apoyarlos para salir de la pobreza, además de que urdió que ésta se redujo en vez de incrementarse.
- Con la economía: Al no entender nada prefirió inventar tonterías y simular “otros datos”, con secuelas y tendencias muy negativas: bombas que aún no estallan.
- Con los recursos presupuestales: Los desvió a sus prioridades personales en lugar de atender necesidades relevantes de salud, educación, mantenimiento, desarrollo tecnológico, desastres naturales…
- Con la corrupción: Pretendió erradicarla y en realidad la acrecentó, para así fustigarla con palabras o negarla cuando han denunciado casos concretos en su círculo cercano.
- Con el poder Judicial: Hizo prevaricar al anterior ministro presidente, y luego ha emprendido una aberrante demolición que proclama como algo “justo” y democrático.
- Con las instituciones: A fin de que no le estorbasen, trató de someterlas y ahora busca desaparecerlas con pretextos como una supuesta austeridad, sin respetar sus relevantes funciones.
- Con la salud: A partir de la pandemia cayó en absurdos, se engañó a sí mismo y logró engañar a muchos, lo cual ha tenido consecuencias muy desfavorables para los mexicanos.
- Con las elecciones: Construyó por años una ventajosa e ilegítima elección de Estado que ha prevalecido, pero no será tan fácil sostenerla.
- Con la inseguridad: Se aferró al eslogan electoral de “abrazos, no balazos” e incluso probablemente pactó con narcotraficantes que se empoderaron, aunque nunca dejará de negarlo.
- Con Estados Unidos: Recurrió a desplantes, intentos de engaño y reclamos de soberanía para eludir responsabilidades en migración, narcotráfico, dependencia energética…; pasó de la sumisión con Trump a lo taimado con Biden y Kamala Harris.
Estos días, cuando casi todo se vuelve en su contra, él finge una gran sonrisa y asegura con desparpajo: “Me voy contento y satisfecho… con la conciencia tranquila”. Hay individuos que siempre querrán verle la cara a otros, por su ignorancia o necesidad… Con todo, aunque haya hoy timadores tan poderosos, es muy probable que luego tengan que pagarla sin que les sirva hacerse tontos.
Trágico para el país, oigan, viene a ser el saldo de las tonterías de un populista que se sintió genial y popular al pasarse de listo una y otra vez. Algo similar deberá venir para él.
Muchos ya lo imitan e intentan lo mismo, pero no son tan eficaces. Es el caso de su heredera que pretende seguir timando a quienes se dejen, aunque eso nunca se podrá sostener en forma permanente… A la larga se ve afectada la integridad y efectividad de los gobiernos, al igual que su ubicación en la historia.
Intuición, astucia o perversidad no equivalen a inteligencia. Y, ojo, sabemos que tampoco es posible engañar a todo mundo todo el tiempo. Habrá que ver.
* RESISTIR, RENACER Y RECONSTRUIR son algunas de las vías que tendremos los mexicanos ante las tiranías destructivas. Avancemos, pues.
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