Pensando en este país
En cómo recuperar el rumbo
Escarbando en lo profundo para salir del algoritmo que la matrix ha diseñado para cautivarnos.
Buscando otros modelos, apostando a la creatividad de la juventud y la experiencia de los adultos.
Y escapar de la turba metropolitana que aturde, golpea y mata.
Imagino encontrar otro idioma o crear una lengua que ignore el vocabulario bélico y absurdo que predomina en los merolicos que se dicen candidatos y elegidos por un pueblo amorfo e insensato que vende sus vidas en plazas públicas saturadas de amplificadores con sonidos igual de insensatos.
No quiero un país ni un mundo en donde matan niñas o niños.
En donde el linchamiento toma el lugar de la justicia.
O en donde el cinismo sale en todos los canales y todas las redes sociales en horario premium, patrocinado por los grandes señores de los dineros.
Quiero aspirar a un México en donde la justicia emana de las instituciones y no de los machetes o los pasamontañas.
Pero, sobre todo, a formar un México de ciudadanos libres y honestos, con gente que no venda su futuro ni el de sus hijos, por temor o por tres centavos.
Quiero encontrar otros que piensen así y quizá entonces poder recuperar el rumbo, ajustarlo a los tiempos y apostar porque todos podamos vivir una vida mejor en un país que decidió decir no a los engaños de la propaganda y la manipulación oficial.