Ya vi Intensamente 2 (Disney / Pixar, 2024) y empecé a ver la serie The Boys (Amazon Prime, 2019-). De la primera ya platicaremos, por ahora traigo muchas ideas acerca de lo que sucede en un mundo donde los superpoderes existen: volar, volverse invisible, fuerza sobrehumana, visión láser y un largo etcétera.
En The Boys, la exitosa serie que recién estrenó su cuarta temporada, un grupo de rebeldes (o “vigilantes”) lucha por desenmascarar la supuesta “buenaondez” de un grupo de superhéroes conocidos como Los Siete, al servicio de una corporación en busca de dotar a la sociedad de “celebridades con poderes” y a la vez “venderlos” como el arma más letal al gobierno de Estados Unidos. Grandes actuaciones y grandes efectos. Muy visceral, literalmente, y una divertida parodia a los personajes de DC y Marvel. Hay “súpers” basados en Flash, Mujer Maravilla, Capitán América y otros, pero el Patriota (Homelander), el personaje basado en Superman, parece ser el más psicópata de todos. ¿Sus poderes se basan su personalidad o adaptan su personalidad a sus poderes?
Lo triste es que hay espectadores que no se habían dado cuenta de que es una parodia, una burla a los superhéroes de siempre, y apenas ven, con escándalo, que Homelander no es el héroe sino una caricatura (su complejo de Mesías y hasta el pelo teñido recuerdan desde el principio a Donald Trump) y se habla de que la serie se ha vuelto woke (como llaman en inglés a la izquierda, a “los progres”, a “estar consciente de las desigualdades y trabajar para combatirlas”). Desde el principio fue así pero muchos no supieron “leer” la serie. Es una serie que satiriza y critica “el poder” y muchos solo la vieron porque “es de superhéroes” sin entender la idea detrás de la historia.
Eric Kripke, creador de la serie de The Boys (basada en la historieta de Garth Ennis y Darick Robertson) dijo en entrevistas recientes que es una metáfora del momento que se vive en el mundo, especialmente en Estados Unidos.
“Tengo que creer que los ‘malos fans’ son una minoría muy pequeña. Porque no sé cómo apoyas a Homelander. Cuando el chico sorbe leche materna y es el personaje más débil del programa una y otra vez, comportándose como... ni siquiera es particularmente macho, es extraño. Es raro y de piel fina, y no sé cómo miras a ese tipo y dices: ‘Ese es mi chico’. El programa no es sutil. Tiene a la política en la manga. Y es divertido atacar la locura de la derecha”.
Sin el prefijo “super”, pero héroes y villanos se dan la mano en la vida real, y hasta hacen alianzas que luego deshacen con una mano en la cintura. Ayer el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, del partido Movimiento Ciudadano, solicitó licencia al cargo por quince días “para reorganizar su vida profesional y personal”, mientras en Chihuahua al exgobernador Javier Corral (panista converso a Morena) la Secretaría de la Función Pública le notificó que está abierto un proceso en su contra “por presunto enriquecimiento ilícito y defraudación fiscal”. Apenas en abril pasado la futura presidenta, Claudia Sheinbaum, había encargado a Corral la puesta en marcha de una Agencia Federal Anticorrupción.
En muchos sectores se idealiza a políticos o celebridades, o se está pendiente de lo que hacen o no hacen personajes de la farándula o del jet set.
La pelea por cómo representar “lo divino”, lo sobrehumano a veces, tiene de todo, desde esculturas hasta estampitas. Los superhéroes suelen basarse en dioses de algunas mitologías (Aquaman y Thor, la amazona Diana o uno de mis favoritos: Shazam) y con motivo del huracán Beryl vimos algunas muestras.
Parte en broma (como material para memes) y parte en serio (hasta hay una solicitud en change.org) hay quienes pelean para que la estatua de Poseidón sea retirada de Puerto Progreso, Yucatán, que porque debería haber una de Chaac, equivalente maya al dios griego de los mares, hermano de Zeus y de Hades. El dios maya, dicen, protegería mejor los mares de la península, quizá casi como los supuestos extraterrestres que desde su supuesta base defienden a Tampico y han logrado cambiar el curso de huracanes y tormentas.
Aunque hoy todos salgamos con nuestro domingo 7, como un gran poder conlleva una gran responsabilidad, vayamos ¡a luchar por la justicia!
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Posdata: Agradezco a quienes han adquirido (de a uno o en paquete) mi novela La bruja guachichil, palabras para otra magia, mi libro de cuentos Fuera de mí, eufemismos para ciertas locuras y mi poemario Memorias funambulistas no aptas para acrofóbicos. Aún hay ejemplares de los tres, con descuento, y más en paquete. El poemario sigue de gira con presentaciones en municipios y estados varios de la república; sigan los anuncios en mi blog y mis redes sociales.