Unicel y películas plásticas, uso y desecho de los mismos

El uso del unicel y películas plásticas se nos ha inducido por medio de la propaganda, el consumismo y la facilidad en nuestras vidas, para que sea parte integral de nuestras costumbres de consumo, especialmente en la compra de alimentos frescos, sin que reparemos en el hecho de qué pasa con ellos cuando los utilizamos normalmente una sola vez y simplemente los tiramos a la basura.

En el caso del UNICEL, se estima que en México consumimos 150 mil toneladas anuales del mismo, donde una buena parte se emplea en materiales de construcción, especialmente en los llamados CASETONES para aligerar las estructuras de concreto, donde realmente su impacto de uso final es mínimo. Sin embargo, el UNICEL que se utiliza en la venta de alimentos frescos para su empaquetamiento es enorme, ya que su degradación dura siglos y sólo basta ver los tiraderos de basura para darnos cuenta de lo que sucede por nuestra IGNORANCIA o NEGLIGENCIA al ejercer nuestro poder de compra.

Para mitigar esto se inició una campaña en la CDMX por parte de la empresa llamada RECICLA UNICEL, que es un esfuerzo un poco confuso, ya que lo que debemos de evitar es el uso del UNICEL y esta iniciativa tiene como objeto RECICLARLO, para lo cual se nos propone IDENTIFICAR y SEPARAR DICHOS RESIDUOS y llevarlos a la calle Mimosas # 49, Colonia Sta. María en la Alcaldía Cuauhtémoc, para lo cual se propone un registro en internet y se nos dice que van a nuestro hogar por los propios residuos, algo un poco ilógico, pero pensemos que así suceda. Como condicionante debe estar libre de residuos orgánicos, esto es que tienen que limpiarse, con lo cual se elimina una de las supuestas ventajas consumistas que es precisamente no limpiarlos y simplemente desecharlos a la basura. Trataremos desde esta columna de contactar dicha empresa y ver su real eficacia porque a primera vista puede ser una más de nuestras SOLUCIONES SIMPLISTAS, que no nos llevan a nada más que BUENAS INTENCIONES de alguien desesperado de ver lo que estamos haciendo al planeta. O bien, una solución real que está funcionando y que esperamos realmente que así sea. O en el peor de los casos UN MECANISMO DE APARENTE SOLUCIÓN generado por la propia industria del unicel para aparentar que existe una solución ecológica donde no existe ninguna. Como es el caso de la industria refresquera como COCA COLA o PEPSI COLA, que nos inundan con propaganda de reciclaje de botellas mientras inundan el país y el mundo con envases que ellos no deben de fabricar y nosotros no debemos de utilizar. Esperemos que no sea el caso de la empresa RECICLA UNICEL.

Como complemento al uso y transporte de alimentos se utiliza la PELÍCULA PLÁSTICA que envuelve el contenedor y los alimentos en los supermercados, principalmente, y que también utilizamos en nuestras casas con el pretexto de conservar frescos los alimentos especialmente en el refrigerador. En FRANCIA, a partir de este 1 de enero de 2023 se inició un proceso de prohibición paulatina del uso de PELÍCULAS PLÁSTICAS en la comercialización de alimentos, al mismo tiempo que se está pidiendo a los establecimientos de más de 400 m2 que destinen un 20% de su superficie a la venta de alimentos a GRANEL, es decir sin ser empaquetados, con lo cual los consumidores responsables tendrán la opción de llevar sus propias bolsas de transporte y así se evite totalmente el uso de UNICEL y de PELÍCULAS PLÁSTICAS. Esta sí es una solución infalible que no se presta a suspicacias como la del reciclaje que mencionamos, que realmente deseamos que funcione, aunque sea un inicio muy localizado en CDMX, que si funciona se podría extender al resto de la República.

Qué hacer nosotros mismos: Este caso es muy sencillo y debemos de regresar a la compra directa en los mercados y no en los supermercados Costco, Soriana, Comer, etc.; y en caso de ir a súper, comprar a granel, llevando nuestras propias bolsas. Comprar lo menos empaquetado que se pueda. Y sobre todo estar conscientes de que ese plástico de UNICEL o PELÍCULA PLÁSTICA tarde o temprano regresará a nosotros o nuestros descendientes en forma de microplásticos, de humos contaminantes si se queman y se integrará a nuestro medio ambiente y a nuestros cuerpos al comer carnes, mariscos, pescados, vegetales, etc., con las consecuencias en nuestra salud ya explicadas en artículos anteriores.