Y sin embargo Se Mueve… y Seguirá Moviéndose

La historia de vida del brillante Galileo Galilei, quien murió en el encierro en 1642, tiene un aspecto dramático de lo que ha representado en la historia enfrentarse al poder en turno, sea el político, el religioso o ambos concentrados en uno, como le ocurriría al genio de la Toscana, Italiana. 

Y es que la ciencia siempre ha sido exacta, y la hipótesis galiléica estaba sustentada en el método científico del cual es uno de sus padres; pero cuando se enfrentó a los seguidores de la absurda Teoría Geocéntrica, fue llevado ante el Tribunal Inquisidor que tenía como consigna acallar a todo aquel o aquella que se atrevieran a cuestionar los “Dogmas Verdaderos” basados en fantasiosos relatos que mantenían en la ignorancia a millones de seres humanos. Así, de Galileo nos inspira su valor, el valor de enfrentar, contradecir y argumentar que la tierra no es el centro del Universo. 

Con extraordinaria retórica científica Galileo defendió su hipótesis matemática, juzgamiento que culminó con la poderosa frase que a la distancia de siglos de haber sido pronunciada, aún retumba en los corazones de los que se atreven frente al poderoso a cuestionar, a criticar, a señalar: “Eppur si muove”. Y sin embargo se mueve, por supuesto que se mueve, la vida es movimiento en todo tiempo y en todo lugar, el permanecer estáticos es absolutamente contrario a la naturaleza humana, pues la pasividad y la resignación nunca han generado cambios revitalizantes en ninguna parte del mundo. 

Y así como Galileo, sustentado en la ciencia les dijo en su tiempo a los poderosos que la tierra no era el centro del universo, hoy científicos de todo el mundo sostienen que las energías limpias son el presente y serán el futuro de este planeta, frente a las energías del pasado derivadas de los hidrocarburos que son altamente contaminantes, hoy apostar por refinerías es una auténtica locura. 

Pretender vivir en el pasado definitivamente es estar equivocado, pues más allá de una posición política, hay una posición científica que nos da razones más que suficientes para creer que la energía basada en petróleo debe pasar a la historia.  

Lo que le ocurrió a Galileo frente a la Inquisición fue dramático, le obligaron a efectuar una abjuración contraria a la ciencia, pero tuvo la inteligencia suficiente de sostener que el darles “la razón” a los poderosos, no cambiaba absolutamente nada, pues a pesar de ellos la tierra seguía en movimiento. 

Así, le ocurrirá a los gobiernos de las naciones que le sigan apostando a las refinerías, a los que creen que el tiempo se detuvo en los años setentas cuando al petróleo se le consideraba oro negro. 

Les pasa que no se percatan que el tiempo ya les rebasó, que hay un gran movimiento mundial verdaderamente progresista que buscará incesantemente un planeta sustentable, que los Galileos del presente como Elon Musk impulsan la transición a soluciones energéticas limpias como las solares. 

Plantear la creación de nuevas refinerías en cualquier país en pleno siglo XXI, es absolutamente irracional, tan irracional como sostener que la tierra era plana y además el centro del universo, ante evidencias irrefutables como las presentadas por la ciencia en que se apoyaba Galileo. 

El problema de quienes continúan defendiendo desde los gobiernos la creación de energías contaminantes, es la necedad de no entender que el mundo evolucionó, pero sobre todo denotan un tremendo egoísmo disfrazado de nostalgia, pues una sola refinería más, una sola, hará que el aire que respiren sus nietos y bisnietos continúe siendo gris, contribuyendo aún más al calentamiento global. 

Hay terquedades que tienen costos muy altos, por ejemplo la vida de las personas; por eso hay que actuar como Galileo, frente a la absurda necedad que representa la falta de argumentos, México y el mundo se moverán hacia las energías limpias, porque el futuro será sustentable o no será. 

Hasta la próxima.  

jorgeandres.manoizquierda@gmail.com