La tendencia de mejorar los hábitos alimenticios, impulsada por el creciente interés en el fitness, ha llevado a muchas personas a buscar alternativas saludables para saciar el hambre entre comidas. En lugar de optar por helados o postres hipercalóricos, los frutos secos se han posicionado como una opción nutritiva y beneficiosa. Aunque las nueces suelen ser recomendadas por los nutricionistas, hay otro fruto seco que destaca por sus propiedades antioxidantes y su capacidad para combatir el envejecimiento: las avellanas.
Las avellanas, a menudo subestimadas por su contenido de grasas, son en realidad una opción saludable para consumir entre comidas. Estas deben ser consumidas en su forma natural, evitando las versiones saladas que pueden ser perjudiciales para la salud. Las avellanas son ricas en vitamina B, magnesio, ácido fólico y calcio, nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo. En particular, el calcio presente en las avellanas ayuda a prevenir enfermedades como la osteoporosis.
Una de las características más destacadas de las avellanas es su alto contenido en vitamina E y potasio. La vitamina E es conocida por sus propiedades antioxidantes, que son fundamentales para prevenir los signos del envejecimiento. Los antioxidantes combaten el estrés oxidativo, una de las principales causas de la flacidez y la formación de arrugas en la piel. Además, los flavonoides presentes en las avellanas también contribuyen a proteger las células del daño oxidativo.
Además de sus propiedades antioxidantes, las avellanas son beneficiosas para la salud cardiovascular. Las grasas saludables que contienen ayudan a reducir los niveles de colesterol malo (LDL) y a mejorar los niveles de colesterol bueno (HDL). Esto contribuye a la prevención de enfermedades del corazón y mejora la salud general del sistema cardiovascular.
Para obtener los beneficios contra el envejecimiento sin afectar el peso corporal, se recomienda consumir un puñado de avellanas al día. Específicamente, según el Journal of Nutrition, una revista especializada en nutrición, la cantidad ideal es de 30 gramos de avellanas diarias. Esta porción es suficiente para aprovechar sus propiedades sin excederse en la ingesta calórica.