Cuando desatendemos la salud de nuestro cerebro podemos estar dando lugar a enfermedades que son la principal causa de discapacidad en la actualidad. Sin embargo, desde el Instituto de Salud Cerebral y Neurorrehabilitación Guttmann Barcelona afirman que hay muchos factores que pueden modificarse y con ello disminuir considerablemente el riesgo de sufrirlas.
Los factores que impactan en la salud de nuestro cerebro son muchos, advierte la neuropsicóloga María Roca y remarca que pueden dividirse en tres grupos: los vinculados con el cuidado del cuerpo en general, otros asociados específicamente a la salud mental, y los que tienen que ver con la conectividad y el propósito.
Una especia beneficiosa
Si nos centramos en el cuidado del cuerpo en general, la actividad física y la alimentación, además de otros hábitos, resultan fundamentales para lograr una buena salud y esto repercute en el cerebro. En este marco, hoy ponemos el foco en los trastornos neurológicos que son afecciones que afectan al sistema nervioso: incluido el cerebro, la médula espinal y los nervios que los conectan, de acuerdo con un informe de los Sistemas de Salud de la Universidad de Miami.
Al respecto, se han difundido las bondades de una especia milenaria que, además de su uso culinario, es clave en el tratamiento de los trastornos neurológicos. Se trata de la canela, un alimento rico en proteínas, hierro, calcio, zinc, potasio, selenio, vitaminas B6 y C, fenoles y aldehídos, según la Fundación Española de la Nutrición.
La Academia Española de Nutrición y Dietética precisa que la canela es un alimento que tradicionalmente se ha usado mucho en la medicina tradicional, donde se consideraba como un remedio para las dolencias respiratorias, digestivas y ginecológicas. Su impacto en la salud es muy positivo, sobre todo en nuestro cerebro ya que, como se anunció anteriormente, contribuye en el tratamiento de ciertos trastornos neurológicos.
Esta especia posee propiedades neuroprotectoras. Muchos estudios destacan que la canela posee cinamofilina, un compuesto que ayuda a mejorar el desempeño cognitivo y puede reducir las probabilidades de sufrir un infarto cerebral. Además, protege contra el daño cerebral isquémico y previene la modulación del calcio intracelular algo clave en el tratamiento de los trastornos neurológicos.