Las infusiones siempre han sido aliadas en los días fríos, proporcionando no solo calor y confort, sino también momentos de pausa y tranquilidad en medio de la rutina diaria. A lo largo del tiempo, la ciencia ha revelado que muchas de estas bebidas no solo son reconfortantes, sino que también ofrecen múltiples beneficios para la salud. Entre estas, una infusión que se destaca por sus propiedades medicinales es la de Mentha spicata L., comúnmente conocida como menta verde o hierbabuena.
La menta verde ha sido valorada en diversas culturas por sus propiedades medicinales. Esta planta herbácea perenne, perteneciente a la familia de las Lamiáceas, se utiliza tradicionalmente para aliviar una serie de malestares. Un artículo científico titulado "Toxicidad aguda oral del extracto fluido de Mentha spicata L." destaca que el principal componente activo de la menta es un aceite esencial que contiene mentol, mentona, felandreno y limoneno. Estos compuestos son responsables de los efectos beneficiosos que la menta puede tener sobre el cuerpo humano.
Uno de los usos más comunes de la menta es en el tratamiento de los síntomas del resfriado común. Según la Cleveland Clinic, el mentol, presente en el aceite esencial de menta, puede ser especialmente efectivo para aliviar la congestión nasal. El mentol actúa relajando los músculos de la garganta y las vías respiratorias, facilitando la respiración y proporcionando un alivio significativo de la congestión.
Además de aliviar la congestión nasal, la menta también puede ayudar a reducir la fiebre. La misma institución médica sugiere que el té de menta no solo relaja los músculos y alivia la congestión, sino que también tiene propiedades que pueden contribuir a la disminución de la fiebre. Esto se debe en parte a las propiedades refrescantes del mentol, que pueden ayudar a enfriar el cuerpo.
La menta está cargada de propiedades antibacterianas y antivirales, lo que le confiere un impulso saludable adicional. Estas propiedades ayudan a combatir infecciones y a fortalecer el sistema inmunológico, haciendo de la menta una opción eficaz para el tratamiento de resfriados y otras infecciones respiratorias.
La menta también es conocida por sus beneficios digestivos. Un estudio realizado por los investigadores Abed Burgos y Miguel Morales de la Universidad de Santiago de Chile señala que la menta posee propiedades antiespasmódicas y carminativas, lo que significa que puede ayudar a calmar los calambres musculares y reducir los gases intestinales. Esto hace que la infusión de menta sea una excelente opción para quienes sufren de indigestión y otros problemas digestivos.
El té de menta se puede preparar tanto con hojas frescas como secas. La nutricionista Tatiana Zanin, especialista en nutrición clínica, afirma que esta infusión no solo mejora la digestión, sino que también es útil en el tratamiento de gripes y resfriados. El proceso de preparación es sencillo: basta con hervir agua y añadir unas hojas de menta, dejando reposar la mezcla durante unos minutos antes de consumirla.