El café es una de las bebidas más populares del mundo, después del agua. Su consumo moderado (3 a 5 tazas diarias) se ha relacionado con varios beneficios para la salud. Sin embargo, persiste la creencia de que el café deshidrata debido a su contenido de cafeína, que se sabe tiene efectos diuréticos.
La cafeína y su efecto diurético
La cafeína actúa como un diurético al aumentar el flujo sanguíneo a los riñones, lo que incrementa la producción de orina. Esto se traduce en una mayor frecuencia de micción y, potencialmente, una pérdida de líquidos. Según Healthline, para experimentar una deshidratación notable, se necesitaría consumir más de 500 mg de cafeína al día, lo que equivale a aproximadamente cinco tazas de café.
A pesar de estos efectos, los estudios sugieren que un consumo moderado de cafeína (menos de 240 mg al día) no tiene un impacto significativo en la hidratación. Incluso en consumidores habituales de café, no se ha observado una diferencia considerable en los niveles de hidratación comparados con quienes no consumen cafeína.
Es importante destacar que no solo el agua contribuye a la hidratación diaria; la mayoría de los líquidos, incluido el café, también lo hacen. Estudios recientes indican que, aunque el café puede aumentar la micción, su contenido de agua ayuda a mantener la hidratación. Los consumidores regulares de café desarrollan una tolerancia a los efectos diuréticos de la cafeína, lo que significa que pueden beber café sin riesgo significativo de deshidratación, esto de acuerdo con Mayo Clinic.
De igual forma, muchos atletas consumen cafeína para mejorar su rendimiento. La preocupación por su efecto diurético y la posible deshidratación es común, pero infundada. La actividad física produce catecolaminas, hormonas que ralentizan la producción de orina, contrarrestando el efecto diurético de la cafeína. Estudios han demostrado que la ingesta de cafeína antes del ejercicio no afecta los niveles de hidratación ni la tolerancia al calor.
Para la mayoría de las personas, el consumo moderado de café no representa un riesgo de deshidratación. Sin embargo, aquellos que no están acostumbrados a la cafeína o tienen sensibilidad a ella, pueden experimentar efectos diuréticos más pronunciados. Además, el consumo excesivo de cafeína puede llevar a efectos secundarios como trastornos del sueño, irritabilidad y dependencia.
Disfrutar de una taza de café, incluso varias al día, puede ser parte de una dieta saludable sin comprometer la hidratación. La clave está en la moderación. Mientras se mantenga un consumo razonable, el café no solo no deshidrata, sino que contribuye a la ingesta diaria de líquidos. Así que la próxima vez que tomes una taza de café, hazlo con la tranquilidad de saber que no estás comprometiendo tu hidratación.