A la hora de buscar incorporar el calcio necesario que el cuerpo humano solicita para mantenerse en equilibrio, la leche de vaca no es el producto estrella que más cantidad aporta. Existe una especia milenaria, oriunda del Mediterráneo oriental y el valle del Nilo, conocida no solo por sus grandes aportes nutricionales sino también por su impacto en las cocinas de todo el mundo: el comino. Esta especia, extraída de la semilla de la planta Cuminum cyminum, se ha utilizado durante siglos no solo como condimento, sino también en diversas prácticas ancestrales, como en la época de los antiguos egipcios que aprovechaban sus propiedades en rituales de embalsamamiento.
Entre los productos poco conocidos que aportan mayor cantidad de calcio al organismo, el comino destaca por encima de muchos otros. Según los datos publicados por el U.S. Department of Agriculture, por cada 100 gramos de esta planta se obtiene una cantidad significativa de nutrientes esenciales. El comino contiene aproximadamente 930,7 mg de calcio, superando ampliamente a la leche de vaca, que en comparación ofrece solo 125 mg por cada 100 gramos. Además del calcio, el comino es rico en fósforo, potasio, magnesio, vitamina A, vitamina E y hierro, lo que lo convierte en un alimento extremadamente nutritivo.
El comino se puede incorporar a la dieta diaria de diversas maneras. Una de las más conocidas es como parte de una infusión. Para preparar una infusión de comino, simplemente agregue aproximadamente 2 gramos de semillas de comino en una taza con agua hirviendo, deje reposar la mezcla antes de consumirla y beba una taza tras las comidas. Entre los beneficios de consumir tés con comino, según la medicina tradicional india, se destaca la capacidad de prevenir gases y flatulencias, aliviar los dolores menstruales y tratar parasitosis intestinal.
¿Cuáles son los beneficios del comino?
Los beneficios del comino van más allá de su alto contenido en calcio. Al estimular las enzimas pancreáticas, se ha demostrado que mejora la digestión y contribuye a la salud intestinal. De la misma manera, al ser una rica fuente en aceites esenciales y timol, permite una activación de las glándulas salivales, facilitando así la digestión. Además, sus propiedades carminativas ayudan a regular el apetito y a disminuir los dolores de panza, proporcionando alivio a las flatulencias.
El comino también es beneficioso para la memoria. Contiene antioxidantes como la zeaxantina, que funcionan como barreras protectoras de las células cerebrales contra el estrés oxidativo y la inflamación. Al ser rico en minerales y vitaminas esenciales para el cerebro, como la riboflavina y la vitamina B6, se activa el metabolismo energético y la producción de neurotransmisores, mejorando así la función cognitiva.
Finalmente, el comino puede contribuir a la pérdida de peso. Contiene timoquinona, un compuesto con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Estudios sugieren que el comino puede influir en la respuesta celular a la insulina y la glucosa, ayudando a mantener niveles estables de azúcar en la sangre, lo que es relevante para el control del peso. En resumen, el comino no solo es una fuente excepcional de calcio, sino que también ofrece una amplia gama de beneficios para la salud, haciendo de esta especia un valioso complemento en la dieta diaria.