La lavanda es una planta bastante conocida por su agradable aroma y su gran estética. Sus altas espigas y su color tan característico hacen que la popularidad de esta hierba sea altísima, casi tanto como sus cualidades en la salud, conócelas aquí en Menú.
* Relaja ante el estrés. Los aceites de la lavanda producen un efecto relajante, esto al poder relajar los nervios del cerebro. En este mismo sentido, es capaz de reducir los efectos del estrés en tu cuerpo como el dolor de cabeza. Los antioxidantes que tiene esta hierba impactan el sistema endócrino y eso hace que se nivelen los niveles de las hormonas del estrés.
* Combate la ansiedad. En este mismo sentido, la ansiedad puede ser reducida tomando una infusión de lavanda, o incluso, olfateando una ramita de lavanda. El componente activo es el linalool, una sustancia que tiene el característico olor dulce y cítrico de la lavanda, el cual tiene efectos ansiolíticos.
* Ayuda a dormir. La infusión de lavanda también se usa para combatir el insomnio. Su poder sedante ayuda a conciliar el sueño, por lo que beber una taza de esta infusión antes de acostarte puede ayudarte a dormir mejor.
* Alivia efectos del síndrome premenstrual. Por sus efectos relajantes, el dolor de cabeza que regularmente se produce tras el síndrome premenstrual en las mujeres y personas menstruantes. Aunque tomar la infusión de lavanda sirve para estos efectos relajantes, una de las mejores maneras para tratar este efecto del síndrome premenstrual es a través de aceites esenciales.
* Nivela la microbiota intestinal. De acuerdo con un estudio publicado por la American Journal of Physiology-Gastrointestinal and Liver Physiology, la lavanda es capaz de modular la microbiota intestinal, lo que ayudaría a prevenir enfermedades gastrointestinales producidas específicamente por bacterias. Aunque tiene efectos relajantes, no hay estudios concluyentes que aseguren que puede tratar padecimientos en el sistema digestivo producido por otras razones.
¿Cómo hacer infusión de lavanda?
Ingredientes
1 taza de agua
1 cucharada de hojas secas de lavanda
Procedimiento
En una olla pequeña vierte 250 ml. de agua, ponla al fuego y deja que hierva. Una vez conseguido el punto de ebullición, agrega las hojas de lavanda, tapa y retira del fuego. Deja infusionar por unos 15 minutos, cuela y vierte en tu taza favorita. Desde el aroma a lavanda, los efectos relajantes comenzarán a aparecer. Recuerda que el consumo de este tipo de infusiones herbales no sustituye un tratamiento médico, ante cualquier síntoma es mejor consultar a un especialista de la salud.