La infusión de té de granada, una bebida milenaria originaria de Persia, ha ganado cada vez más popularidad en la actualidad debido a sus numerosos beneficios para la salud. Esta bebida, que se prepara con la piel de la granada, es valorada por su capacidad para reducir el nivel de triglicéridos y mejorar la salud cardiovascular. Y si esto te paree poco, te presentamos el resto de los beneficios que tiene para tu organismo.
Investigaciones recientes han demostrado que el té de granada posee compuestos antioxidantes y antiinflamatorios que pueden aliviar el dolor y la irritación en la garganta, lo que lo convierte en una opción natural para combatir la inflamación y las infecciones en esta área.
Además, el té de granada tiene propiedades diuréticas que ayudan a regular la presión arterial y mejorar los perfiles lipídicos al reducir los niveles de triglicéridos y aumentar el colesterol HDL, conocido como el "colesterol bueno".
Según detalla un artículo en el portal de la Universidad de Harvard, esta infusión también es beneficiosa para el tracto gastrointestinal, ya que sus propiedades astringentes y antiinflamatorias pueden reducir la inflamación y aliviar los síntomas de la diarrea y la disentería.
En el ámbito bucal, el té de granada puede prevenir y tratar afecciones como la gingivitis y la periodontitis, gracias a sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias.
Además, esta infusión puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor asociados con la artritis y la gota, mejorar la calidad de vida de quienes padecen estas condiciones.
Para preparar el té de granada, solo necesitas 10 gramos de piel de granada y una taza de agua. Simplemente hierve las cáscaras de granada en agua durante unos minutos, deja reposar la infusión y luego disfruta de sus beneficios bebiéndola varias veces al día.