Emocionado por dejar atrás una parte importante de su historia profesional, fue como terminó su jornada laboral el Jefe de grupo de Seguridad y Custodia, Ezequiel Martínez Alvarado, quien dijo adiós a lo que fue su segunda casa.
Martínez Alvarado desempeñó 30 años de servicio policial teniendo su última asignación en la División Caminos y Carreteras Estatales de la Guardia Civil Estatal.
En un emotivo acto, fue objeto de unas palabras de reconocimiento a su labor, por parte del Comandante de la División Caminos, Rafael Mendoza, indicó que se despide un policía y perito, con una carrera destacada al servicio de la seguridad de la población.
Entre aplausos y el exhorto de la GCE como cierre de esta, su última jornada laboral, agradeció a sus compañeras y compañeros, el tiempo de convivencia que tuvieron: “nos volvemos familia, hermanos, ya que pasamos más tiempo aquí que con nuestros familiares”.
Sus compañeros lo describen como un elemento disciplinado, recio al momento de llamar la atención de sus pares y serio en su trabajo, pero con un corazón noble y dispuesto siempre a enseñar a las nuevas generaciones.
Dentro de las memorias de su trayectoria, indicó que hubo dos historias que le marcaron de forma inimaginable, la primera, al atender un parto, una pareja proveniente de Villa Hidalgo, solicitó del apoyo: “Con nervios, el temor de que todo saliera lo mejor posible, sin luz, todo fue un cúmulo de emociones, el atender a la señora, cuidar de su bebé, respetando en todo momento de su integridad, un gran reto para mí, como policía, nada te prepara para eventos así”.
Además, rememora que como efectivos de seguridad, no solo se dedican a la vigilancia diaria, sino también a brindar contención emocional; “en una ocasión, nos tocó lograr evitar que una persona atentara contra su vida, con labor de convencimiento hicimos que se alejara del borde de un puente, la persona ya no tenía ánimos de seguir, pudimos escucharlo, conocer su historia, brindarle tal vez ese abrazo o palabra de aliento, que en el momento buscaba y nadie le había dado, salvamos una vida, para nosotros fue una gran satisfacción”, recordó el comandante Ezequiel.
A través de una llamada general de la cabina del Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C-4), cada jefe de área se despidió de su compañero, deseando que en esta nueva etapa que viene, siempre esté rodeado de felicidad, éxito, salud y del cariño de su familia, además de recordarle que su segunda familia de la Guardia Civil Estatal, siempre estará a su lado.