11M: Potosinos en ataques de Madrid (video)

A 20 años de los atentados terroristas en España recuerdan cómo enfrentaron el horror

Potosinos que vivían en Madrid en marzo de 2004 enfrentaron en carne propia los horrores y la zozobra de la guerra terrorista de Al Qaeda, que el día 11, alcanzó a la capital española, como secuela del intervencionismo de la época del gobierno de José María Aznar en Irak y Afganistán, por las acciones criminales de la organización extremista que tres años antes dejó una ruta de muerte y destrucción en Nueva York, Estados Unidos, donde hasta el 11 de septiembre de 2001 estuvieron las Torres Gemelas del Centro Mundial de Comercio (WTC).

El ataque con bombas elaboradas a base de dinamita goma, un explosivo de fabricación española, ocurrió justo en tiempos políticos, cuando Mariano Rajoy buscaba la presidencia por el Partido Popular (PP) y José Luis Rodríguez Zapatero era el candidato por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), (Pulso, Marzo 12, 2004).

Las bombas guardadas en mochilas, produjeron diez explosiones simultáneas en cuatro de los trenes urbanos de la Red de Cercanías que se mueven en Madrid, la capital española.

Según las cifras oficiales, murieron 192 personas y hubo mil 587 pasajeros heridos.

El presidente en turno, José María Aznar, aseguraba que fue la ETA, organización terrorista de un grupo separatista vasco, pero Al Qaeda, organización criminal de origen afgano, se atribuiría el atentado días después. Aznar explicaría su versión apenas un año después en San Luis Potosí, en el encuentro juvenil Espacio 2005, que organizó Televisa en las instalaciones de la Feria Nacional Potosina, donde dictó la conferencia inaugural y en su transcurso, sería cuestionado por una estudiante de la Universidad Autónoma de Puebla y por el exembajador de México en la ONU Porfirio Muñoz Ledo (Pulso, Marzo 15, 2005).

Precisamente de jóvenes que en esa época vivía en Madrid, surge este testimonio. De los españoles radicados en San Luis Potosí, surgió un espontáneo homenaje en el exterior del Hospital de la Sociedad de la Beneficencia Española (Pulso, Marzo 12, 2004).

Una huelga que salvó a miles

Rodolfo González Barrera Cruz, estaba en España porque estudiaba su maestría y su doctorado en la Universidad Complutense de Madrid, recuerda un día normal de actividades, aquel miércoles 10 de marzo, cuando se confirmó la huelga de docentes universitarios que iniciaría justo el jueves 11.

Explica que él se encontraba en su casa con su esposa y vieron "Crónicas Marcianas" y otros programas hasta las 3 de la mañana.

Durmieron y "¡Boom!", les despertó un ruido seco, que sería el precedente de un exagerado ulular de sirenas.

Acostumbrado a trabajar bajo presión, Rodolfo González pidió a su entonces esposa que averiguaran de qué se trataba; comenzaron a llegar informes de que había un atentado terrorista que afectó los trenes de la Red de Cercanías, y a cientos de personas. Se trataba de un hecho poco usual, porque el grado de daño era mayúsculo, incluso por encima de lo imaginable para la organización terrorista vasca ETA.

"Yo traía apagado el celular. Mi madre me marcaba de manera insistente y cuando le contesté ella lloraba. Veía en televisión el tamaño de la tragedia. Le avisé que estaba bien. Luego encendimos nuestra televisión y vimos lo que no se acostumbra a difundir en México. Los primeros reporteros que llegaron comenzaron a transmitir imágenes muy crudas, desde miembros de cuerpos distribuidos por todos lados en la zona de los ataques, sangre, humo, metales y materiales de todo tipo retorcidos".

Luego, explica lo que ocurría a las 7:30 de la mañana en la zona cero. "Había un fuerte olor a carne y también de origen metálico, movilización por todos lados y rostros que reflejaban el horror".

Relata que además de la tragedia, el entonces presidente José María Aznar mentía a la población acusando a la organización terrorista vasca ETA de los atentados. En general había una creencia de que la organización terrorista había influido, pero al mismo tiempo se caía en la cuenta de que ellos no tenían tal nivel de gasto ni de infraestructura para ocasionar un daño de ese nivel, y los españoles comenzaron a sospechar.

Así se vivieron los días previos a la elección presidencial, hasta que la propia organización terrorista Al Qaeda se atribuyó los atentados que por primera vez ocurrían en un país de habla hispana. Aclaradas las cosas, el pueblo se le volteó a Aznar; el Partido Popular y Mariano Rajoy perdieron la elección presidencial, pero se mantuvo en la postura que un año después defendió en México.

La huelga universitaria salvó a miles de morir en los atentados realizados por hombres que colocaron mochilas con bombas en los trenes.

Por meses enteros, había un silencio sepulcral entre los pasajeros. González Barrera recuerda que los mismos pasajeros habían perdido la confianza y se respiraba un ambiente de tristeza.

Asegura que viajar en el tren, por los siguientes años y hasta ahora, equivale a atestiguar los daños permanentes de la tragedia. Rodolfo explica que aún ahora, a diario viajan personas que reflejan la etapa más traumática y sus secuelas.

Tragedia diferente

Elsy Delgado, responsable de una cabina de video que graba a las personas en eventos haciendo casi cualquier cosa, creó esta plataforma de comunicación gracias a su etapa formativa que le ayudó en la inventiva, y la llevó a España a ver otras opciones del mundo, y a estudiar su maestría en Arquitectura.

Elsy, radicada en Madrid justo en el tiempo de los atentados terroristas, recuerda la tragedia porque prendió la televisión, y ocurrió justo cuando su esposo viajaba para participar en sus actividades académicas.

Ella estudiaba la maestría y estaba recién casada, y su ahora exmarido cursaba un doctorado en la Universidad Complutense de Madrid. Llegaron a la capital española en el año 2001.

Aquel jueves, su exmarido entraba a clases a las 8 de la mañana. Entonces, se fue como 15 minutos para las 8, porque tomaba el metro y ella le acababa de dar de desayunar.

"De repente empiezo a ver las noticias que fue una barbaridad. En México hemos vivido desgracias muy grandes, pero una cosa es un fenómeno natural o un terremoto que desgraciadamente pasa y muere mucha gente, y es un dolor muy grande, pero hablar de que alguien provocó algo de este tamaño es muy grande porque es un dolor y un coraje también".

Barbarie sin filtro

Recordó que las noticias en España son mucho muy diferentes al estilo de difusión en México, porque en este país están muy cuidadas todas las noticias. "Incluso cuando hay algún muerto o algo como que lo censuran o algo así, pero en España, las noticias pasaban cosas increíbles de ver: cabezas por un lado, brazos por otro, una cosa espantosa de verdad".

En cuanto empezó a salir la noticia, agregó, no pudo parar de llorar todo el día, y sin embargo se aseguró de que su entonces esposo estuviera bien, y así confiaba porque el atentado pasó en las rutas de tren que no acostumbraba su pareja.

A raíz de los atentados, las autoridades suspendieron todos los servicios de tren, del metro y de transporte público en general, "y transcurrieron horas y horas de imágenes terribles y de gente desesperada...".

Solidaridad inesperada

Las cosas cambiaron ese día en España, y "mexicanizaron" la solidaridad. Tal y como ocurrió en los sismos del 19 y 20 de septiembre de 1985 en la Ciudad de México, los ciudadanos de Madrid salieron a las calles a ayudar.

Elsy recuerda que a los españoles se les suele ver como de un carácter más frío que los mexicanos, más propensos a unirse cuando pasa una tragedia. Sin embargo, ver a los españoles cambió para siempre esa perspectiva, porque de una manera desbordada hacían lo necesario para dejar lo suyo y ganar tiempo ayudando a la gente.

Recuerda que cundió el pánico porque en España hay mucha gente inmigrante de Sudamérica, y para ellos el caos era doble, porque la gente lloraba y estaba asustada, porque las autoridades migratorias podrían sacarlos del país, o había temor porque la policía los expulsara de España.

Temor público

Vicente Torre Delgadillo, profesor investigador en materia fiscal en la Unidad de Posgrado de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, estudiaba su doctorado en la Universidad Complutense de Madrid el día de los atentados, y le tocó vivir tanto los horrores como el hecho de que se creía que la acción había sido producto de ETA

Coincide en que los atentados se derivaron de la relación que tenía España con Estados Unidos, y la intervención en medio oriente.

Advirtió que nada justifica la intervención militar española en otros países.

Precisó que los atentados ocurrieron cuando él se trasladaba al Instituto de Investigaciones Fiscales en Madrid, y al salir del Metro Monclova, había una inusual circulación de ambulancias en ruta de emergencia, con dirección a la terminal de trenes de la Red de Cercanías, en Atocha y de ahí a los hospitales, y entonces le llamó la atención y empezó a escuchar que hubo un atentado.

Para entonces, ya se sabía que las bombas estallaron con teléfonos celulares encendidos, pero en un principio se pensó que era parte del terrorismo de los grupos separatistas.

Vicente Torre estudiaba el doctorado y al mismo tiempo  trabajaba, recordó que en España hay mucha interrelación entre las culturas y diferentes religiones, además de maneras muy diferentes de pensar, en ocasiones incluso expresiones radicales.