Padres de personas lesionadas en el accidente del antro Rich que pudieran tener secuelas de por vida, mueven por sus propios medios a sus hijos a recibir atención médica especializada, algunos de ellos a otras ciudades.
Un caso es el de un menor de edad que fue trasladado a la Ciudad de México, para ser sometido a diversas cirugías por falta de capacidad en hospitales de San Luis, pero al mismo tiempo, por el perfil de especialistas que requería. Todos los gastos han tenido que ser costeados por su familia y solo en un principio recibieron apoyo de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas (CEEAV).
Algunos padres de familia consideraron una simulación que se presuma que reciben todo el apoyo, porque es fecha que nadie se ha hecho responsable de los daños causados.
Entre las víctimas que resultaron con lesiones de secuela se encuentra un joven de 23 años de edad, quien prácticamente ha costeado los gastos de todo el tratamiento y las intervenciones quirúrgicas.
Otra persona de 23 años enfrenta una situación similar, en la que, según sus padres, los gastos de atención médica son mucho mayores.
Hay padres de familia que prefirieron no referirse al asunto y mantienen el estado de salud de sus hijos en reserva.
Además, enfrentan la adversidad de que las audiencias de juicio oral se han diferido, y en el deslinde de responsabilidades, "ni están todos los que son, ni son todos los que están", concluyen.