Aceras del Hospital No. 2 del IMSS, una prueba de obstáculos

Hasta en la infraestructura de la vía pública sufre el Hospital General de Zona número 2 del Instituto Mexicano del Seguro Social. Las banquetas no sirven en un tramo y no permiten la libre circulación de personas en silla de ruedas. 

En horas pico, los taxistas hacen doble fila para hacer sitio en el exterior del hospital, para esperar clientes, y obligan a la gente en silla de ruedas a bajar como le sea posible.

Aunque la mayor parte del hospital está circundado por banquetas de concreto, que han sufrido mucho deterioro, prevalecen algunos tramos de adoquín viejo que se encuentran a diversos niveles, posiblemente por acción de los árboles.

El primer grupo de adoquines se halla en un tramo de banqueta que agrupa un piso de piedra que debería servir como rampa y no lo es. El resto es una rampa con piedras que obstruyen su paso y automóviles estacionados. Ni siquiera hay una señalización o letrero que indique la prohibición de estacionamiento, y una persona en silla de ruedas no tiene opción para avanzar a la puerta principal o en su caso a la calle Melchor Ocampo, donde se encuentra el acceso principal del área de Urgencias.