Durante el año pasado, el estado de San Luis Potosí trató sólo 48 por ciento de las aguas residuales de la industria que podría haber saneado, conforme con la capacidad instalada con que se cuenta, de acuerdo con la información del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
En el informe Nearshoring: Prioridades para el desarrollo regional 2023, se analizan diferentes indicadores prioritarios para la entidad potosina.
Respecto al tratamiento de aguas residuales, la entidad se encuentra en el puesto 30 a nivel nacional, debajo del porcentaje que reportó Aguascalientes y por encima de Chihuahua y Veracruz.
Estas entidades son las únicas que utilizan menos de la mitad de su capacidad de tratamiento para las aguas residuales.
Mientras que para el 2020, el número de plantas de tratamiento de aguas residuales industriales existentes por cada metro cúbico de agua concesionada para uso industrial en la entidad potosina la colocó en el puesto 17 a nivel nacional, con una cifra menor a las 5 plantas instaladas.
El Imco también señala que para el año 2021, el estado alcanzó 3 mil 845 metros cúbicos de agua renovable por habitante, cifra que dejó a la entidad en el top 10 a nivel nacional, tan sólo por debajo de las cifras registradas en los estados de Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Yucatán, Durango, Veracruz, Campeche, Guerrero así como Nayarit.
A pesar de esto, el Imco señala en su informe que la disponibilidad de agua renovable, la cual se refiere a aquella que se puede usar sin alterar el ecosistema y se renueva por medio de la lluvia, no es suficiente para cubrir la demanda de insumo básico, ya que no toda puede ser utilizada en estas entidades debido a diversos problemas como la contaminación, afectaciones en la red de distribución, la falta de infraestructura hídrica y la falta de control sobre las concesiones.