“Ya no sabe uno si hablar con don ratón o con don ratero”, dicen vecinos de las calles Fausto Nieto, García Diego, Zacatecas, Pedro Moreno y Tomasa Esteves, que ya no soportan un antro clandestino que opera desde hace meses, y cuando es clausurado lo vuelven a abrir, piden ayuda y ninguna autoridad les resuelve.
Las mayores concentraciones de gente se dan los fines de semana, principalmente desde la noche del viernes y la noche del sábado, aunque el malestar sigue hasta casi el amanecer del domingo a causa de ruidosas fiestas y reuniones de quienes acuden a bailar y causar desmanes, que ni autoridades municipales y estatales parecen ver.
El antro, que se desenvuelve en un predio al aire libre sobre la calle Pedro Moreno, a escasos metros de la calle Fausto Nieto, se hizo famoso porque en redes sociales circularon imágenes de un señor semidesnudo, discutiendo con una mujer en medio de los carriles de circulación vehicular de esta última avenida, un domingo por la madrugada.
Los vecinos explicaron que buscaron a los supuestos dueños en diferentes ocasiones y ya no saben si hablar con ellos o no, porque en muchos lugares hay gente de edad madura que no puede desvelarse y es el primer grupo al que le impacta la operación del antro de vicio, porque además de no poder dormir por el ruido excesivo, los asistentes se orinan en el exterior, dejan basura, rompen botellas o tiran preservativos y causan actos de vandalismo.
Además, los vecinos denuncian que la presencia de personas que acuden a embriagarse o consumir alguna sustancia, luego comienzan a robar en los vehículos o las pertenencias de los vecinos.