Aprueban hasta 8 años de cárcel por violencia vicaria

Además, contempla la pérdida de la patria potestad y sanción económica

El Congreso del Estado aprobó reformar el Código Penal de San Luis Potosí para tipificar la violencia vicaria como delito, con castigos que van de dos a ocho años de prisión.

La nueva disposición legal establece sanciones para quien cause daño doloso a una mujer utilizando a sus hijas o hijos como medio, provocando además afectaciones físicas o psicoemocionales en los menores.

La iniciativa fue aprobada en sesión del Pleno con 22 votos a favor, una abstención y ninguno en contra. Además de la pena de prisión, se contempla la pérdida de la patria potestad, la suspensión del derecho a recibir pensión alimenticia, la obligación de asistir a tratamiento psicológico, así como una sanción económica de entre 140 y 200 Unidades de Medida de Actualización (UMA).

El dictamen añade un nuevo capítulo al Título Sexto del Código Penal, denominado "Violencia Vicaria", así como el artículo 207 Ter. También faculta a jueces y juezas a imponer restricciones adicionales como la prohibición de acudir a determinados lugares, pérdida de derechos hereditarios y la participación en programas reeducativos, sin que dichas medidas excedan el tiempo de la pena en prisión.

Claudia Yolanda Ugalde Hernández, integrante del Frente Nacional contra la Violencia Vicaria (FNCVV), consideró que aunque la aprobación representa un avance por su enfoque de género, la reforma aún tiene pendientes. Señaló que el proceso se realizó sin la participación de víctimas organizadas y que no se incorporaron propuestas ciudadanas previas, por lo que pidió mesas de trabajo para asegurar su correcta aplicación.

La violencia vicaria es considerada una de las formas más extremas de violencia de género y consiste en agredir a la mujer a través del sufrimiento de sus hijas e hijos, con actos que pueden ir desde manipulación, sustracción y amenazas, hasta abuso físico o sexual, tortura y, en los casos más graves, el asesinato.

Este tipo de violencia busca ejercer control y dominación total sobre la víctima, causando daños irreparables también en las y los menores.