En la Zona Industrial, los operadores del transporte de carga se ven obligados a hacer maniobras complicadas y difíciles para evitar caer en los enormes hoyancos que se acumulan en diversos ejes, sin que a la fecha se registren trabajos de rehabilitación, mientras más días pasan, más grandes se hacen dichos hoyancos.
Los ejes 126, 128 y 139 son algunos de los que adolecen de verdaderas trampas para el transporte de carga y en general para cualquier conductor de automotores que, por necesidad, debe adentrarse en estas vialidades semi destruidas.
Para quienes maniobran con cargas pesadas de mercancía, una rodada en falso o mal calculada puede significar una volcadura de la unidad y el riesgo de pérdida total o parcial de lo que se transporte.
Algunos baches son tan profundos que las llantas de los tractocamiones se quedan “volando” en el aire y sin posibilidad de tracción. Muchos de los hoyancos están cubiertos de agua, lo que evita que su profundidad pueda ser advertida antes de entrar en ellos.
Si bien existe el diálogo entre la Unión de Usuarios de la Zona Industrial (UUZI) y autoridades tanto municipales como del estado, lo cierto es que ningún trabajo de rehabilitación ha comenzado en el parque productivo, al parecer, porque la persistencia de las lluvias hacen imposible o al menos inconveniente iniciar las obras.