En la zona de obras del Paseo Esmeralda, las lluvias de ayer por la noche provocaron la caída de un árbol junto al área donde de localizan algunos vestigios de lo que fue el templo y convento de La Merced, hoy desaparecido.
Se trató de un ejemplar del tipo ficus, cuya copa alcanzaba los cuatro o cinco metros de altura y que se vino abajo, al parecer, por el reblandecimiento de tierra a causa de la lluvia y porque el árbol carecía de raíces más firmes.
La caída, sucedida por la noche, no provocó daños personales y sólo retrasó el inicio de trabajos de la cuadrilla que se ocupa de limpiar los vestigios conventuales en el tramo de la Calzada de Guadalupe que se ubica entre Miguel Barragán y Joaquín Sevilla y Olmedo.
El árbol ya fue cortado en varias secciones y se procede a su retiro de la vía pública.
Cabe señalar que a muy poca distancia existe otro ficus de características muy similares que deberá ser evaluado cuanto antes respecto a si representa un riesgo o no para la población.
Un tercer árbol, en la misma cuadra, se mantiene firme con una altura no mayor a los 2.5 metros.
El árbol caído estaba completamente rodeado de una barrera de concreto que incluía varillas de acero, lo que pudo, a la larga, evitar el correcto desarrollo de sus raíces.
A partir de este hecho, el Ayuntamiento de la capital deberá revisar el estado de los árboles que habitan la Calzada de Guadalupe y el impacto que en ellos tendrá el proyecto Paseo Esmeralda en el corto y mediano plazo.