Desde diciembre a la fecha, una decena de gobernadores han enfrentado abucheos y rechiflas cuando el presidente, Andrés Manuel López Obrador, realiza giras en los estados.
Uno de los primeros en recibir rechiflas fue el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el 8 de diciembre del año pasado en Ciudad del Carmen.
El 9 de diciembre en Dos Bocas Paraíso, le tocó al perredista Arturo Núñez, gobernador entonces de Tabasco quien fue objeto de abucheos.
Resalta el caso de Héctor Astudillo, gobernador de Guerrero, quien fue abucheado el 11 de enero en Tlapa de Comonfort, lo que le obligó incluso a acortar su discurso y a López Obrador declarar un empate entre los asistentes tras votar a favor y en contra de que el guerrerense finalizara su mensaje.
Astudillo acusó al delegado federal en la entidad, Pablo Sandoval Ballesteros, de ser "promotor del odio, el rencor y generar confrontación" y amagó con no asistir más a un evento del Presidente en Guerrero. López Obrador se disculpó con el gobernador por el incidente y le pidió seguir juntos.
El 18 de diciembre, durante la presentación del programa de Universidades para el Bienestar "Benito Juárez García", Omar Fayad Meneses, gobernador de Hidalgo fue abucheado, pero también un sector de los asistentes le mostró su apoyo.
Esa misma semana durante la presentación del Programa Nacional de los Pueblos Indígenas, el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat enfrentó una serie de rechiflas.
Asimismo los gobernadores de los estados de Coahuila y Zacatecas, ambos priístas, también fueron abucheados durante mítines.
Otro caso fue el del gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, quien encabezó la entrega de Programas Integrales de Desarrollo en el municipio mexiquense de Acambay.
Los asistentes comenzaron a gritar una serie de consignas por lo que el Presidente tuvo que intervenir, señaló que la campaña ya quedó atrás. Después, López Obrador y Del Mazo comieron juntos.
El pasado martes 29 de enero, en el evento oficial del presidente Andrés Manuel López Obrador para anunciar el plan para la cifra de productos de la canasta básica, el gobernador de San Luis Potosí, el priísta Juan Manuel Carreras, fue abucheado.
Dos días después, el gobernador de Tlaxcala, Marco Antonio Mena, recibió rechiflas e insultos durante la gira del Presidente en la entidad para presentar los Programas del Bienestar.
El caso más reciente es el del gobernador del gobernador de Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis, quien fue abucheado ayer domingo por habitantes de esta región del país en el marco del Programa de Desarrollo Urbano que puso en marcha hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Durante el mensaje que dio el mandatario ante el Presidente de la República, se escucharon gritos de rechazo, silbidos y abucheos.
¿INSTRUCCIÓN DE ABUCHEAR?
Ante ello, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) acusó a Morena de obligar a los asistentes a los eventos del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando se realizan en un estado con gobierno de oposición, a abuchear a los gobernantes de otros partidos cuando son presentados.
A través de un documento "confidencial" que el PRI publicó en su cuenta oficial de Twitter, se lee que en el manual de eventos del presidente, en estados gobernados por la oposición, "es obligatorio emitir sonidos y gritos de desaprobación", al anunciar al mandatario estatal.
'INFANTILISMO POLÍTICO'
Tras los señalamientos, el Presidente lanzó un llamado a que terminen esas descortesías y faltas de respeto, es decir los abucheos y rechiflas, contra los gobernadores cuando él acude a los estados a ofrecer mensajes en las plazas públicas.
"No lo he observado, solo en un caso que sentí que sí hubo manipulación, en el caso de Guerrero, en una visita que hice a Tlapa, a la Montaña, y llamé la atención sobre eso. Aquí incluso lo dije porque eso no se vale, eso es una falta de respeto", dijo.
Ante eso, propuso a los gobernadores de los estados que si no quieren exponerse a abucheos y rechiflas, los puede visitar en privado cuando viaje a sus entidades. Sin embargo, el presidente continuará realizando eventos en plazas públicas bajo el argumento de conocer el avance de los programas.
"Lo mejor es que paren esas descortesías y esas faltas de respeto", dijo.
Sin embargo, el mandatario criticó a dirigentes por caer en un infantilismo político. "No dejan de haber resentimientos, revanchismo, y hay todavía, en toda la sociedad política, no solo en un partido, no así en el pueblo, hay mucho infantilismo político en los dirigentes, con todo respeto a los niños, que no se vaya a mal interpretar. Es arriba donde hay muchas deformaciones, pero no he notado que sea algo deliberado", expresó.