La Casa de la Caridad “Arzobispo Luis Morales Reyes” clama ayuda con urgencia. En los últimos días quedó rebasada la capacidad, y por lo menos en cada grupo de viajeros en tránsito, más de 100 se quedan en la calle sin comer y sin techo, por falta de recursos para atenderlos, anunció el coordinador de Cáritas, el sacerdote Marco Antonio Luna Aguilar.
Manifestó que muchos migrantes esperando el siguiente tren para seguir movilizándose a un lugar donde se les puede asistir, y muchos de los que ya no alcanzan a ser atendidos se van a la ciudad a solicitar ayuda en limosnas o hasta para vender alguna caja de chicles.
“Nosotros estábamos ayudando a los de afuera, pero porque adentro no teníamos lleno por el asunto de la pandemia, pero cuando volvimos a abrir la Casa de la Caridad a los migrantes, a su total capacidad, se nos desbordó”.
Dijo que con la capacidad que tiene, ahora están luchando para los que se encuentran adentro, que tienen todas las necesidades como cualquier persona, es decir sus tres comidas, su necesidad de bañarse, su necesidad de cambiar de ropa y de dormir.
Explicó que uno de los factores de lo que está ocurriendo es la llegada de haitianos, hecho que ya hace insostenible la situación para ampliar el servicio a todo el que llega.
“Muchos (de los que no alcanzan a ingresar) esperan poder subirse al tren, porque si no se les puede ayudar necesitan seguir adelante, y muchos se internan en la ciudad para pedir limosna, para pedir ayuda o cualquier forma en que pudieran a llegar sea alguna ayuda, pero para ellos es muy complicado porque la gente la tiene mucha desconfianza”.