Derivado de las obras en el puente que conectará el bulevar Antonio Rocha Cordero con la carretera federal 57, se generó una fila kilométrica durante este jueves en el anillo periférico oriente, con orientación de norte a sur.
El tráfico estuvo a “vuelta de rueda”, al grado que por momentos conductores de tráileres y camiones de carga tipo torton apagaron totalmente el motor, a fin de no gastar combustible y esperar hasta que se volviera a reanudar la movilidad.
Desde la calle 71 esquina con el Anillo Periférico Oriente hasta más allá del cruce con la carretera a Rioverde, se extendió el congestionamiento vial, sobre todo de automotores pesados y de transporte de personal.
Si bien el sistema de semaforización funcionaba, elementos de Tránsito agilizaron la vialidad, dado que no alcanzaba a despresurizarse la gran cantidad de unidades provenientes del sector norte y Soledad de Graciano Sánchez.