Miles de clientes volvieron muy intenso el tráfico en las inmediaciones del Centro de Abastos y la avenida Ricardo B. Anaya, en la zona del Rastro Municipal.
Poco a poco y conforme avanzó el día comenzaron a concentrarse automovilistas y personas en las avenidas comerciales principales para adquirir sus productos de celebración de las fiestas navideñas.
Frente a las bodegas, centenares de automóviles pequeños camionetas y camiones creaban rutas laberínticas para poder ir de un punto a otro del Centro de Abastos, y abastecer pequeñas tiendas o comprar mercancías a precios accesibles.
La avenida José de Gálvez también tuvo intenso tránsito vehicular con dirección hacia Soledad de Graciano Sánchez y desde aquel municipio.
Aunque no se apreció el mismo fenómeno de las plazas comerciales, en el Centro de Abastos abundó la clientela que aún surte mercancías de las bodegas, y fue evidente la acumulación de automóviles que retrasó por igual rutas de transporte urbano de pasajeros que se dirigen a las colonias de los alrededores.