En la pasada administración, los policías municipales capitalinos tenían que pagar de su bolsa uniformes, calzado bicicletas y reparaciones de sus unidades de transporte, afirmó el titular de la Dirección General de Seguridad Pública, Oswaldo Jiménez Arcadia.
El comisario detalló que al inicio de la presente administración, encontraron 400 pares de botas guardadas en un almacén, además de más de 500 pantalones de uniformes policiales, “de los que se desconocía las razones por las cuales, no fueron otorgados a los oficiales municipales”.
La vestimenta guardada y sin entregar, era además de una muy baja calidad. La adquisición de bicicletas para los policías se hacía a un intermediario y el desembolso personal de policías para reparar unidades de transporte oficiales, son parte de las corruptelas detectadas por la actual directiva.
También se detectó la venta de uniformes por parte de un almacén, “cuando los policías no tenían ni deben pagar por sus herramientas de trabajo. Asimismo, se identificó que los uniformes que en su momento se probaron los elementos no eran de la calidad, ni con de las especificaciones del modelo solicitado en la compra. Hoy en día, detalló el titular de la DGSPM, los mismos uniformes que se midieron y por los cuales firmaron de entregado los policías municipales son de su talla y de la calidad exigida por la autoridad.
“En el caso de los policías que emplean las bicicletas en su trabajo diario de seguridad, de su bolsa tenían que pagar las refacciones y debían hacerle los arreglos necesarios. En ese sentido, ¿qué podíamos esperar de un policía que pagaba por trabajar?... No se podía esperar ni exigir nada”.
Jiménez Arcadia también calificó como incongruente que teniendo fábricas de bicicletas en San Luis Potosí, la alcadía las adquiriera a través de un intermediario y más caras.