Solitario Cofrade realizó un recorrido para recordar la tradicional Procesión del Silencio, que durante 66 años se había llevado a cabo en las calles del Centro Histórico de San Luis Potosí y que por primera ocasión tuvo que ser suspendida por la pandemia de coronavirus.
Con un cubrebocas, el penitente de la Cofradía del Encuentro, que se caracteriza por su vestuario amarillo y rojo, cargó una pequeña cruz de madera mientras caminó por las escalinatas del Teatro de la Paz, la Plaza de Armas, el Jardín de San Francisco y otros lugares emblemáticos del Centro Histórico.
Nacida en 1953, la Procesión del Silencio tiene sus orígenes en las representaciones de la Semana Santa de Sevilla, España y es una de las principales actividades religiosas en San Luis Potosí que atrae a turistas no sólo a nivel nacional sino de varios países del mundo.
El Cofrade no quiso dejar pasar la tradición del Viernes Santo y salió a las calles del primer cuadro de la ciudad a recordar el duelo por la muerte de Jesús y a acompañar a María en su dolor por el fallecimiento de su hijo.