Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la incidencia delictiva creció 90.2 por ciento con respecto a la administración de Enrique Peña Nieto y con 303 mil 548 delitos denunciados hasta junio pasado, presenta los peores registros de inseguridad en los últimos cuatro sexenios.
Lo anterior se deriva de un análisis de las cifras sobre delitos cometidos en el estado que aparecen publicadas en el sexto y último Informe de Gobierno de López Obrador.
Las cifras demuestran que la política de "abrazos, no balazos" fracasó en el propósito de reducir la incidencia delictiva en el estado.
El apartado de seguridad del documento dado a conocer el domingo pasado presenta un conteo de delitos registrados en las entidades del país entre 2013 y 2024.
Se centraron esas cifras a las registradas entre el 1 de diciembre de 2018, año en que el tabasqueño tomó posesión, y el 31 de julio de 2024, para compararlas con las cifras registradas por el SNSP en los pasados 4 sexenios.
Las correspondientes al periodo de Ernesto Zedillo Ponce de León no se compararon porque el registro parte de 1997 y no abarca sus seis años. De cualquier modo, en sus tres años se consignaron 176 mil 057 delitos.
Durante la administración de Vicente Fox entre diciembre de 2000 al mismo mes de 2006, la incidencia fue de 263 mil 097 crímenes.
En la de Felipe Calderón Hinojosa, de 2006 a 2012, el registro bajó a 243 mil 549 denuncias, una reducción de 7.4 por ciento.
Tras las dos administraciones panistas y el retorno del PRI a la presidencia, con Enrique Peña Nieto hubo 159 mil 522 delitos, lo que implicó una baja de 34 por ciento.
Tras el triunfo de Morena en 2018 y hasta julio de este año, el indicador se disparó a 303 mil 548 delitos, un alza de 144 mil 026 crímenes, lo que implica un incremento de 90.2 por ciento.