Más que beneficiar al gremio restaurantero, el hecho de que el 16 de septiembre caiga en sábado podría perjudicar los ingresos normales de fin de semana de los establecimientos, consideró el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Eduardo Kasis Chevaile.
Explicó que los sábados de cada semana, de ordinario, son días de gran repunte para los restaurantes porque muchas personas y familias deciden desayunar, comer o cenar fuera del hogar o a la salida de los empleos.
El próximo fin de semana será diferente porque el sábado será inhábil, lo que invita a las personas a quedarse en casa y a organizar festejos con amigos o familiares.
Por supuesto que los empresarios restauranteros se preparan con platillos mexicanos y ambientación para recibir comensales y que la noche del Grito de Dolores sea memorable. Incluso, los negocios que solamente manejan menús internacionales procurarán tener el próximo fin de semana opciones mexicanas en sus cartas.
Sin embargo, Kasis Chevaile previó que el repunte no será el mismo que si el día inhábil hubiera caído "en un día diferente, que no fuera en sábado".