Cuestionan en la IP impuesto ecológico

Coparmex señala que el gobierno estatal no aclara aún dudas sobre el nuevo tributo ambientalista

En San Luis Potosí se pretende cobrar el impuesto ecológico en pagos mensuales, a pesar de que en el resto del país se cobra de manera anual, además de que en el estado se pretende cobrar por tonelada de contaminantes, mientras que en el resto del país, el cobro se calcula por la emisión de cada 25 mil toneladas mensuales, advirtió el presidente local de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Luis Gerardo Ortuño Díaz Infante.

En entrevista, el líder empresarial explicó que "tampoco ha quedado claro cómo la autoridad estatal va a medir, a quién va a medir y con qué van a medir".

Ortuño Díaz Infante comentó que el cobro mensual representaría en automático una carga administrativa para las empresas.

Por lo que se refiere a la medición, dijo que "en todos los estados es de arriba de 25 mil toneladas, y en San Luis lo quieren aplicar a partir de la primer tonelada".

El entrevistado precisó que las empresas y la autoridad dialogan en mesas de trabajo, y buscan que definan los parámetros de medición, los instrumentos y los destinatarios, además de una reglamentación novedosa para San Luis Potosí que invite a la inversión e incentive a aquellas empresas que están haciendo esfuerzos por bajar las emisiones de gases de efecto invernadero.

Por lo que se refiere a la promesa de que funcione el impuesto para lo que fue creado, es decir con fines ambientales, dijo que deja la responsabilidad a los diputados locales para que hagan una correcta reglamentación del cobro del impuesto, para que no suceda lo mismo que pasa con el impuesto sobre la nómina.

Recordó que es el Congreso quien ha aprobado las leyes y sus formas de operación, y será quien debe asegurarse de que la reglamentación del impuesto vaya acompañada de los resultados de la recaudación.

Precisó que es una irresponsabilidad del Congreso dejar que alguien proponga cualquier instrumento legal sin la respectiva reglamentación clara, sobre todo porque los diputados deben entender la analogía de la maestra con la vara de membrillo, el borrador o la regleta, que usaba para disciplinar a los que no hacen las cosas, y en la realidad local, el Congreso le da al gobierno la libertad de hacer lo que guste.