Especial | Dayana clama empatía ante uso de pirotecnia

Detrás del espectáculo, se ocultan consecuencias que afectan gravemente a personas con autismo

En las celebraciones decembrinas, el uso de pirotecnia es una tradición que muchos disfrutan. Sin embargo, detrás del espectáculo de luces y estruendos, se ocultan consecuencias que afectan gravemente a personas con autismo, animales y adultos mayores. 

Los fuertes ruidos generados por los fuegos artificiales pueden desencadenar crisis, ansiedad y profundo malestar en quienes son más sensibles a estímulos auditivos.  

Dayana Castillo, una niña de 11 años, disfruta de esta temporada festiva, pero enfrenta una realidad compleja, debido a su hipersensibilidad auditiva. Según su madre, Elvira Almendárez, los sonidos estridentes y repentinos de los explosivos obligan a la familia a permanecer en casa durante las fiestas para evitar riesgos. 

"Ella comienza a temblar y llora mucho. Nos indica con señas que nos vayamos de donde estemos. No habla, pero con señas ha aprendido a expresarse", compartió Elvira. 

Dayana cursa el sexto año de primaria en el Centro de Atención Múltiple (CAM) en Villa de Pozos, y su madre subraya que uno de los mayores retos de su hija es la socialización.  


Dayana Castillo / Foto: Especial

"Primero está su bienestar emocional y físico. Al escuchar la pirotecnia, corre sin control y podría tener un accidente grave", añadió.  Destaca que la falta de información y empatía en la sociedad agrava la situación.

"La pirotecnia afecta emocionalmente a personas como Dayana, las aísla de disfrutar estas fechas. No estoy a favor de su uso ni de su comercialización; hay formas más seguras y menos invasivas de celebrar", señaló.  

Tras este testimonio, se podría decir que celebrar con responsabilidad y empatía puede marcar una diferencia significativa. Optar por alternativas menos invasivas no solo protege a las personas más vulnerables, sino que fomenta una convivencia más inclusiva entre la sociedad.