Feministas y diputadas se pronunciaron a favor de la iniciativa de reforma a la Ley de Educación del Estado presentada por un grupo de mujeres, que plantean el establecimiento de planes y programas de educación menstrual, así como el acceso gratuito a productos de gestión menstrual para niñas, mujeres y personas menstruantes en planteles gubernamentales del sistema educativo estatal.
Al respecto, Arely Torres Miranda, activista por los derechos de las mujeres, sentenció que algo tan natural en la mujer puede generar cierta vulnerabilidad, que va desde la burla hasta costumbres arcaicas provenientes de misoginia naturalizada e interiorizada.
Planteó que habrá quien considere innecesaria la iniciativa porque tiene el privilegio de acceso a los insumos, sin tomar en cuenta a otras mujeres en condiciones de vulnerabilidad. "Es un paso importante para que las mujeres y los hombres nos eduquemos y nos enseñemos a hablar de nuestros cuerpos".
"Esto es un gran esfuerzo por reivindicar la naturaleza de nosotras las mujeres, porque es parte de nuestra corporalidad y parte de esa naturalidad que deberíamos voltear a ver nuestros cuerpos, no tener ese miedo de reconocernos como mujeres que atravesamos dentro de estos procesos que, si nos puede llevar a una vulnerabilidad", argumentó.
Por separado, Angélica Mendoza Camacho, congresista de Morena y presidenta de la Comisión de Salud y Asistencia Social, refirió que, al igual que otras mociones deberá analizarse a fondo, pues el ámbito económico es la parte fundamental para su correcta ejecución.
Reconoció que pese al progreso del sistema educativo no se ha tratado el tema, por lo tanto, será importante ver todas las vertientes en favor de la población femenina.
"Son importantes las mujeres, sin embargo, hay otras cosas que son prioridades y lo estaremos analizando. Ver la posibilidad y si no, pues también las checaremos", comentó.
Entrevistada aparte, Marite Hernández Correa, diputada de Morena y presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Igualdad y Género, dijo que realizar tal reforma lleva múltiples aristas, pues implica quitar un tabú intrinseco en el proceso de menstruacion, dónde ni la familia ni las escuelas hablan de las implicaciones.
Es decir, que deje de ser visto por la sociedad como algo oculto, vergonzoso, sucio, donde el derecho a la educación sexual, libre, sin prejuicios se dé, es decir, dignificar el proceso referente al cuerpo, libertad de las.mujeres, pero igualmente de respeto, cuidado y de acceso en condiciones de igualdad de toallas sanitarias, tampones o copas menstruales, describió.
"Que estas opciones no solo sean gratuitas, sino sustentables. Es decir, el mercado de las toallas sanitarias es ecológicamente dañino para el planeta. Igualmente es un tema de una relación, de una conexión muy fuerte con nuestra corporalidad, así mismo es un asunto que impacta socialmente, pues cada mujer lo vive diferente y este proceso debe ser visibilizado, pues muchas de las veces puede ser un proceso doloroso", concluyó.