Productores de tomate bajo techo en la comunidad de La Reforma, municipio de Ciudad Fernández, decidieron experimentar hace dos años con el cultivo de arándano azul o blueberry.
No sabían nada sobre esta fruta, salvo que en Michoacán y Jalisco han logrado cultivos de una gran rentabilidad. El Portal Frutícula, con datos de la agencia norteamericana Agronometrics, entre octubre y noviembre, los precios mensuales promedio por kilo desde envío de la fruta producida en México rebasaron los diez dólares; con el correr de la temporada de cosecha se redujeron. Según la Asociación Nacional de
Exportadores de Berries (Aneberries), de 2010 a 2015 los ingresos para los estados productores escalaron de 618.8 a mil 501.1 millones de pesos.
Con el primer cultivo no les fue bien; la inversión es alta, de al menos medio millón de pesos por hectárea. Es caro de sembrar como alta es su rentabilidad cuando ya se domina.
Algunos se desesperaron y pensaron mandar la idea al diablo y seguir con el tomate. Pero reconsideraron y Agrizom, la empresa rural integrada, continuó con incluso ampliando de seis a diez hectáreas la extensión. Hoy producen tres kilogramos por planta y han logrado una calidad de fruta al nivel de la que exportan los estados punteros en blueberries o arándanos azules: Michoacán y Jalisco.
La calidad se mide en laboratorio: a esta fruta la cotiza, además de su tamaño y apariencia, el índice de blum o antioxidantes que produce el arándano y que es lo que lo hace tan cotizado en el pais del norte, donde es considerado un antienvejecimiento natural.