Decenas de metros cúbicos de tierra y la escama pesada que la contenía, se derrumbaron y se hicieron polvo, en el puente vehicular de la Calle 71 y el anillo periférico oriente, uno de los más nuevos de la obra pública reciente. El colapso del puente evidencia una serie de fallas estructurales.
El puente vehicular fue inaugurado la noche del 12 de abril de 2024, después de año y medio de construcción.
El terraplén debería ser compactado con tepetate, pero el relleno del carril de ascenso se hizo polvo.
Tal y como ocurrió en el puente de Pozos en 2004, en éste fallaron las líneas de tensión que debían colocar para unir las escamas que se derrumbaron con sus opuestas en el puente, además de que en esta ocasión, la tierra cayó completa y quedó un enorme agujero en el interior.
Las escamas colocadas en el armado de concreto perdieron resistencia, y no soportaron la fuerza aplicada de la tierra, ni del paso ni peso de los vehículos.
Es probable que se haya hecho una mala compactación o que haya variado la calidad de los materiales, ya sea que no se hubiera colocado tepetate y solo tierra lo que derivó en un problema estructural para producir el derrumbe en el puente vehicular de la Calle 71, informó Oscar Pérez Castillo, expresidente del Colegio de Edificadores de San Luis Potosí.
Advirtió que la solución definitiva a la caída de las escamas va a requerir un estudio de mecánica de suelos porque es un piso muy arcilloso el de la zona oriente de la ciudad.
Recordó que cada propuesta de puente tiene que tener un proyecto estructural, pero al mismo tiempo un plan para garantizar la resistencia de la estructura y de los materiales. De esta forma, el plan de obra se tiene que ajustar a las características de la mecánica de los suelos.