Descuidados están diversos monumentos

No hay autoridad que procure darles mantenimiento y son blanco de vandalismo

Además del monumento a la Independencia, situado en el jardín de San Juan de Dios, las dañadas efigies de próceres como José María Morelos, Guadalupe Victoria o Francisco González Bocanegra, también son muestra del abandono de las autoridades respecto al acervo histórico y cultural de la ciudad.

El primero de ellos, ubicado al inicio de la Calzada de Guadalupe, cerca de la Caja del Agua, perdió hace años su placa de bronce explicativa a manos de los ladrones y vendedores de metal “por kilo”. El llamado Siervo de la Nación se quedó también sin su preciada espada de cantera que no ha sido substituida por dependencia alguna.

En la cuchilla que forma el Eje Vial “Ponciano Arriaga” con la calle de Juan Sarabia, se alza otro monumento que, de acuerdo con una anécdota del finado periodista y ex diputado J. Carmen García Vázquez, “por la capota, la gente ha de creer que es Batman”, pero en realidad es la efigie del primer presidente de la República, Guadalupe Victoria.

Aunque esta figura sí se conserva en una sola pieza, carece de la placa de identificación (otra vez, los ladrones del “kilo”) y su explanada permanece invadida por comerciantes que, de ser “ambulantes”, pasaron a ser totalmente inamovibles de ese sitio olvidado por la autoridad.

El monumento dedicado al creador del texto de nuestro himno nacional, a la entrada del parque de Morales, ha pasado varios trienios sin iluminación, con las baldosas de su base desprendidas, con grafitti a su alrededor y sí… con su placa conmemorativa ya en manos de los ladrones de metal.